El último número de la revista Energías Renovables (descargable de forma gratuita) contiene un reportaje sobre el proyecto Regatrace, acrónimo de REnewable GAs TRAde Centre in Europe. Forma parte del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea (UE), comenzó el pasado año y acaba en 2022 y cuenta con un una financiación que supera los tres millones de euros.
Su objetivo principal es “desarrollar el mercado europeo del gas renovable y la creación de un sistema de comercio eficiente basado en la emisión y comercialización de garantías de origen (GdO) de biometano y otros gases renovables”. Este sistema ya funciona en España con la electricidad y lo gestiona la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Hace unos días destacábamos aquí las palabras de Juan Bautista Sánchez-Peñuela, subdirector general de Hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico durante un seminario web organizado por el Club Español de la Energía. Ante las barreras que se siguen encontrando los gases renovables, afirmó que “la fiscalidad ambiental, las garantías de origen y las condiciones de inyección en la red o la información disponible para productores y consumidores pueden ser parte de la solución”.
Integración de las garantías de origen de gases renovables, electricidad e hidrógeno
A principios de año, Nedgia, uno de los quince socios de Regatrace, que también cuenta con la participación de la Asociación Española de Biogás a través de su homónina europea (EBA, en sus siglas en inglés), destacaba las claves del proyecto. En primer lugar aparece “la creación de un sistema europeo de GdO de biometano y gases renovables” y “el establecimiento de organismos emisores nacionales de GdO”.
Nedgia también destaca la integración de las GdO de distintas tecnologías de gases renovables con las de los sistemas eléctricos y de hidrógeno. Y, por último, apunta a “la creación de una red de organismos emisores, incluyendo los registros nacionales de biometano existentes e instaurando organismos emisores en los países objetivos del proyecto: Bélgica, España, Irlanda, Italia, Polonia, Lituania y Rumanía”.
Los ejemplos en fase comercial de Francia, Austria, Bélgica, Dinamarca…
Dentro de los trabajos realizados hasta ahora por Regatrace sobresale un mapeo sobre el estado de la situación del biometano en Europa en el que ha participado Aebig. Entre otras conclusiones, confirma que en la UE la mayoría de los países más avanzados cuentan ya con sistemas de GdO, pero que el ritmo actual de establecimiento en el resto de países es lento.
En el mapeo en el que ha trabajado Aebig, Francia aparece como uno de los más adelantados en el desarrollo y consolidación de la GdO para gases renovables. Austria, Bélgica, Dinamarca y Suecia, que lo implantará en 2021, también son citados como ejemplos. En España, más allá de las buenas intenciones expresadas en planes y leyes recientes todo está en fase piloto.
El retraso en la adopción de GdO en España también se explica porque en Francia hay ya 219 plantas inyectando biometano en la red de gas y aquí tenemos solamente las dos asociadas a las instalaciones de Valdemingómez en Madrid (La Paloma y Las Dehesas) en modo plenamente industrial y comercial. A una escala más experimental se suman las de las depuradoras de Bens (A Coruña) y Butarque (Madrid).
Garantías de origen en fase piloto en España
Aebig y Nedgia también participan en otro consorcio europeo, Eco-Gate, cofinanciado por el fondo Connecting Europe Facility de la UE, que tiene que ver con esta última depuradora. Aunque está pensado principalmente para extender el uso del gas fósil, por ejemplo entre veintiuna gasineras de los países participantes (Alemania, Francia, Portugal y España), trece de ellas en nuestro país, también tienen en cuenta el desarrollo de GdO para gases renovables.
En concreto, se quiere implantar una sobre el terreno asociada a la producción de biometano a partir del biogás de la depuradora de aguas residuales de Butarque, englobada dentro de Eco-Gate. A finales del pasado año se inició la inyección y distribución en pruebas del biometano a la red de distribución de Nedgia.
Esta compañía calificó la operación como “un hito en la distribución de gas natural en nuestro país, ya que será la primera vez que se inyecte gas renovable en la red de distribución que servirá para desarrollar el sistema de certificados de origen para gas renovable en España para avanzar en el cumplimiento de los objetivos medioambientales de descarbonización propuestos por Europa en el 2030”.