Recursos de la Biomasa (Rebi), promotora de la red de calor de biomasa de la ciudad de Guadalajara, dio a conocer hace una semana en esta localidad los pormenores del proyecto, que están previsto que suministre energía térmica para agua caliente y calefacción a 6.000 viviendas, además de edificios públicos y no residenciales. De esta manera se convertirá en una de las más grandes de España.
La demanda se cubrirá con una central de biomasa compuesta por cuatro calderas de siete megavatios cada una, que se abastecerán con 25.000 toneladas de astillas al año y cubrirán un consumo estimado de cien millones de kilovatios hora anuales.
Otro de los datos que ofreció Rebi fueron los de creación de empleo e inversión: “el mantenimiento y suministro de la infraestructura supondrá la creación de sesenta empleados directos e indirectos y entre 18 y 20 millones de euros de proyecto consolidado”.
Planta de almacenamiento de astillas en Alcolea del Pinar
También estimaron un tiempo de ejecución de entre nueve y doce meses para la central y de entre dos y dos años y medio para ejecutar la red. Estos plazos fueron expuestos en marzo por el Ayuntamiento de Guadalajara tras el acuerdo de su Junta de Gobierno Local de conceder las correspondientes licencias de obra e instalación a Rebi en el polígono del Balconcillo.
En el comunicado del Ayuntamiento se confirmaba algo que ya recogíamos en Energías Renovables en las primeras informaciones sobre la red, que “su combustible serán restos vegetales resultantes de los tratamientos silvícolas que se emprenden en los bosques, lo que conlleva también una mayor limpieza de los mismos y la reducción, por tanto, del riesgo de incendios”.
Para garantizar el abastecimiento, Rebi añade que “todo ello se mantendrá con una planta para el almacenamiento de astillado que se construirá en Garbajosa, una pedanía de Alcolea del Pinar (a 74 kilómetros de Guadalajara), a la que llegará la biomasa que se obtenga de los montes de la provincia”.
Acorde con la Estrategia de Biomasa de Castilla-La Mancha
En la misma presentación de la pasada semana en Guadalajara, el vicepresidente primero del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro, enmarcó la red de calor en la apuesta del Ejecutivo autonómico por “devolver a los montes la rentabilidad que tuvieron hace decenas de años”, ligándolo a la Estrategia de Biomasa Forestal de Castilla-La Mancha.
Según la nota de prensa del Gobierno castellano-manchego, se “quiere impulsar el sector primario asociado al aprovechamiento con usos energéticos de la biomasa de nuestros montes, desarrollando una cadena de valor basada en la gestión sostenible asociada a la creación de empleo en las zonas rurales, y al mismo tiempo contribuir a la mitigación de los efectos del cambio climático”.
“Seguro que este proyecto va a ser reproducido en otros lugares”
Por todos estos motivos, el vicepresidente primero apostilló que “estamos seguros de que este proyecto va a ser reproducido en otros lugares de Castilla-La Mancha”. Desde el Ayuntamiento añaden que el proyecto “es coherente con la política de crecimiento sostenible y respeto medioambiental que se propugna, así como con la Estrategia Local de Cambio Climático de la ciudad”.
Con la construcción de esta nueva red de calor con biomasa, Rebi se convierte en la empresa que gestiona un mayor número de las más importantes de España, al sumarse a las de Soria (una en la capital y otra en Ólvega) y a una en Valladolid.