El Ministerio de Energía y Minería informa que la electricidad obtenida a partir de las cáscaras de maníes, unas 50.000 toneladas anuales, “se incorpora al Sistema Interconectado Nacional, abasteciendo a 18.000 hogares por año”. La planta, de diez megavatios, está dentro de las instalaciones de Prodeman, una de las principales productoras de maní de Argentina, con un volumen de producción anual de 140.000 toneladas, cáscara incluida.
La misma fuente oficial confirma que la planta de producción de electricidad es el primer proyecto que se conecta a la red “de la ronda 2 del Programa RenovAr”. En esa instancia, la planta, propuesta con una potencia de 9 MW -aunque en la página web de la empresa consta como de 10 MW- , obtuvo la adjudicación con un precio ofertado de 126,55 dólares/MWh.
Recientemente, en la presentación de dicho programa como un caso de estudio ante alumnos de la Harvard Kennedy School de Estados Unidos se indicaba que durante la ronda 2 se han adjudicado 88 proyectos de los cuales siete ya tienen su contrato de abastecimiento firmado.
Como ocurre con otras residuos agrícolas, la cáscara de maní era principalmente vertida o enterrada y tenía un destino energético limitado para la producción de calor. Debido a su bajo nivel de humedad, este subproducto tiene un alto poder calorífero. Se calcula que dos kilos y medio de cáscaras equivalen a un litro de gasoil.
La primera en el mundo que funciona única y exclusivamente con cáscara de cacahuete
Según unas declaraciones al diario Clarín de Jorge Ciravegna, coordinador de la planta Prodeman Bioenergía, “no hay en el mundo otra que funcione pura y exclusivamente con cáscara de maní para generar bioenergía sin la intervención de ningún combustible fósil u otra biomasa”. En algunas cementeras se utiliza la misma materia prima junto a otros biocombustibles sólidos en sustitución de combustibles fósiles.
Prodeman empezó a producir energía eléctrica en junio del pasado año, según una información de la Cámara Argentina del Maní, pero dentro de un período de calibración y cubriendo solo el consumo de la fábrica.
Por último, la nota de prensa del ministerio apostilla que “la construcción de este proyecto demandó una inversión de más de 350 millones de pesos (unos catorce millones de dólres), en una de las zonas maniceras por excelencia de nuestro país”. De hecho, la planta de Prodemán recibirá cáscaras de otras fábricas de la zona.