Según la información de la sentencia recogida por Diario de Sevilla, los dos condenados recibieron de la Agencia Andaluza de la Energía una subvención de 564.536 euros para la recogida de aceites domésticos usados en la provincia de Sevilla. El acuerdo conllevaba la instalación en la provincia de Sevilla de 2.000 contenedores para el depósito de aceites vegetales y su posterior tratamiento y venta como materia prima a fábricas de producción de biodiesel andaluzas.
Los magistrados entienden que ha quedado demostrado que “las facturas presentadas y los justificantes de su pago no se correspondían con la realidad y, a través de diferentes empresas, se llegó a facturar, por ejemplo, un total de 870 contenedores cuando en realidad no se había construido ninguno”. Para realizar dicho fraude utilizaban empresas creadas por los propios condenados, como Selosa Estructura y Medio Ambiente y Desarrollos Metálicos.
Lipasam en el punto de mira
La administración sevillana ha estado envuelta más de una vez en problemas relacionados con la gestión de aceites usados de cocina. La Asociación Nacional de Gestores de Residuos de Aceites y Grasas Comestibles (Geregras) ha denunciado públicamente los contratos que Lipasam, la empresa pública de gestión de residuos de Sevilla, ha llevado a cabo en los últimos años con empresas como Selosa o Biouniversal.
Recientemente, Geregras mantuvo una reunión con el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en la que estuvieron presentes asociaciones empresariales de los sectores de la hostelería y al restauración y del tratamiento de residuos. Geregras criticó la “municipalización en la gestión de los aceites vegetales usados por parte del Ayuntamiento de Sevilla a través de Lipasam” y que “el plan de contenerización del contrato de servicio en la vía pública no se ha cumplido por la adjudicataria, y los contenedores no son los más sostenibles para ese servicio”.