Calordom, Erbi y Gebio son las tres primeras de una lista que se prevé más extensa, ya que al menos otras dos (Bioloxa y Biomasar), que se anunciaron también como candidatas al sello IBC durante la presentación de este en mayo en el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), siguen su proceso de tramitación.
Según datos del Ministerio de Industria, en España hay más de 30.000 empresas capacitadas para realizar instalaciones térmicas en edificios (RITE). De ellas, Avebiom calcula que un 27 por ciento, es decir, 8.100 empresas, ha operado con equipos de biomasa al menos en una ocasión, lo que las hace candidatas a obtener el sello IBC.
Responsables del Instituto de la Construcción de Castilla y León (ICCL), entidad certificadora dentro del sistema que gestiona Avebiom, afirman que el sello “nace con vocación nacional, de manera que muy pronto va a permitir ofrecer garantías de calidad a través de empresas de toda España”. Antes, todas ellas tienen que cumplir con una carta de calidad.
Cumplir con la carta de calidad
Es el principal trámite a cumplir por los instaladores, ya que en la carta de calidad se definen los requisitos a cumplir en cuanto a “organización, grado de especialización, experiencia demostrada, condiciones de prestación del servicio, la respuesta ante el cliente, disponibilidad de personal técnico cualificado y recursos materiales disponibles”.
Hay que tener en cuenta que la certificación se extiende a toda la cadena de valor: diseño, montaje, operación, mantenimiento y reparación de instalaciones. Avebiom recuerda que la carta de calidad recoge “entre otras exigencias, el compromiso de informar al cliente de las condiciones idóneas en las que debe realizarse la instalación y el mantenimiento, así como el de asesorar para elegir la solución técnica más eficiente; y la obligación de entregar una factura detallada conforme al presupuesto aprobado”.
Las empresas certificadas gestionan casi cuatrocientas instalaciones
Desde Avebiom afirman que ICCL aporta “la garantía de imparcialidad, competencia técnica, transparencia y confidencialidad necesarias a lo largo de todo el proceso”. Javier Díaz, presidente de la asociación, destaca “la importancia de apostar por ofrecer al cliente garantías de calidad y control de las instalaciones y poder diferenciar en el mercado a las empresas que ejecutan de forma profesional su trabajo”.
En cuanto a las tres primeras empresas en conseguir el sello, Calor Erbi da cobertura en la actualidad a más de trescientas instalaciones, principalmente de medios y grandes usuarios. Por su parte, Gebio gestiona más de ochenta instalaciones entre España y Portugal, con servicio propio de telegestión y mantenimiento. De Calordom, Avebiom destaca “el suministro de hueso de aceituna como fuente de energía térmica, que da calor a más de 20.000 familias madrileñas, lo que supone más del ochenta por ciento de los usuarios finales de la compañía”.