“Sí se han presentado, pero sin éxito, como era previsible, con los precios que han salido”. “La biomasa no es competitiva en precio por megavatio hora (MWh) generado con la eólica y la fotovoltaica, de modo que no tenía sentido presentar ofertas de biomasa (ni termosolar por ejemplo) y menos sabiendo que había miles de megavatios de solar fotovoltaica que se iban a presentar”.
Tanto las empresas que han presentado ofertas con potencia de biomasa a la primera subasta de energías renovables acogida a la nueva orden que las regula, como las que no han presentado, claman contra un sistema que las ha dejado fuera principalmente por el precio que finalmente se ha pagado. El precio medio ponderado ha sido de 24,47 €/MWh para la solar fotovoltaica y de 25,31 €/MWh en la eólica.
La biomasa no contaba en esta primera subasta con potencia asignada por tecnología. Aunque en un principio sí contaba con ochenta megavatios, en la publicación definitiva del calendario indicativo se quedó a cero. “Para las tecnologías de biomasa y termosolar, la orden prevé subastas cada dos años, acumulando los objetivos anuales, con el objetivo de facilitar la viabilidad y participación de proyectos con una dimensión suficiente”, afirmaban desde el Miteco, quien dejaba abierta la puerta a que se presentaran ofertas de biomasa entre los mil megavatios no asignados con tecnología.
Tener en cuenta el coste mayor de la biomasa y su carácter gestionable
La Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA Biomasa) y la Asociación Española de Biomasa (Avebiom) han calificado como claramente insuficientes para la biomasa este calendario y este mismo sistema, que solo permitirán presentar ofertas con tecnología asignada en las subastas de 2021 (140 MW) y 2023 (260 MW), para acabar en 2025 con 380 MW acumulados.
APPA Biomasa y Avebiom presentaron alegaciones al borrador de la orden ministerial que regula el mecanismo de subastas, pero en lo esencial (conseguir más potencia y que se tuviera en cuenta el coste mayor de la producción de energía con biomasa, pero también su carácter gestionable) no se tuvieron en cuenta.
Siempre debería haber subastas diferenciadas por tecnologías
Tras conocerse el resultado de la subasta, Javier Díaz, presidente de Avebiom, manifestó en Twitter que “las energías renovables deben de ser un conjunto de tecnologías que cubran las necesidades del país en todo momento, y si no se cuenta con la biomasa como energía gestionable, siempre faltará una pata y la mesa cojeará. La biomasa para electricidad es necesaria para la estabilidad del sistema”.
Como ya expresaron las mismas asociaciones, el sector sigue pensando que por la singularidad tecnológica y económica de cada central y la dependencia de una materia prima muy variada que hay que pagar, a diferencia del sol y el viento, la biomasa debería contar siempre con subastas diferenciadas.
Cupo tecnológico, más megavatios y mayor plazo de amortización de la inversión
En el comunicado de APPA tras la subasta del martes, afirmaba que la reserva de potencia para eólica y fotovoltaica, tecnologías maduras, y la ausencia para tecnologías gestionables como la biomasa, obedece a la urgencia de dotar al sector de una señal necesaria de compromiso con las renovables. Su director general, José María González, añadía que esperan que “en las próximas subastas haya también reserva de potencia para el resto de tecnologías maduras y que existan cupos específicos para pequeñas instalaciones y proyectos innovadores".
Desde algunas de las empresas de biomasa que finalmente no han presentado ofertas se afirma que “para que de verdad pueda desarrollarse el sector de la biomasa eléctrica es necesario: cupo tecnológico, más megavatios en las convocatorias que den opción a todos los proyectos acumulados tras estos años de moratoria regulatoria y también sería deseable un mayor plazo (quince años son pocos en general) para amortizar este tipo de activos.