El seminario, que llevaba por título El biogás. Una nueva fuente de energía, se celebró el pasado jueves en Barcelona y, como en Pamplona, el protagonista principal del mismo fue el biometano. Eso sí, en el inicio del evento de la Fundación Gas Natural Fenosa, en el que colaboró la Generalitat de Cataluña, se dejó claro, con datos del IDAE en la mano, que “España es el séptimo productor europeo de biogás y tiene un potencial de energía disponible de 1.695 ktep al año, equivalente al consumo anual térmico y eléctrico de los hogares de Barcelona”. Se puntualizó además que el 65% del biogás que se podría utilizar procedería de los residuos ganaderos.
A partir de aquí, y según lo expresa la Fundación Gas Natural Fenosa en una nota de prensa, el protagonista fue la conversión de biogás en biometano, tanto para inyectarlo en la red de gas como para emplearlo como combustible en el transporte. Entre las aportaciones destacó la del director del departamento de Biomasa del Centro Nacional de Energías Renovables (Cener), Javier Gil, quien indicó las principales motivaciones para el desarrollo del biometano producido a partir del gas de síntesis y analizó costes de producción y el valor potencial del producto. Según simulaciones y estudios previos, “los costes de producción estarían en un rango de 40-70 €/MWh, por debajo de la cotización internacional del biodiésel (83 €/MWh) o del bioetanol (85 €/MWh)”.
Punto de mira en los vertederos
Las diversas ponencias se centraron más en el aprovechamiento del biogás de vertedero que en el asociado a plantas industriales para producir biometano. Uno de los ejemplos lo expuso, desde el Grupo Hera, que gestiona diversos vertederos en España, su director de Energía, Miquel Torrente. El representante de esta compañía explicó el funcionamiento de la tecnología de enriquecimiento de biogás mediante absorción química por aminas desarrollada por Hera y las ventajas e implantación de los procesos de enriquecimiento de biogás en la UE.
Otro ejemplo es el que emana del proyecto Life+ METHAmorphosis, liderado por FCC Aqualia, y en el que participan Gas Natural Fenosa, FCC, el Área Metropolitana de Barcelona, SEAT y el Institut Català d’Energia (Icaen). El técnico del Área de Gestión Energética de este instituto, Albert Salas, se encargó de presentar un proyecto que propone desarrollar dos innovadores sistemas de tratamiento de residuos sólidos urbanos y porcinos para generar biometano para vehículos ligeros y pesados. Salas señaló que “incorporando los purines a las quince plantas de vertederos existentes en España se generaría biogás vehicular que podría mover una flota de 750.000 vehículos”.
Biorrefinería con biometano
Otra de las iniciativas presentadas, tanto por responsables de la Generalitat como por investigadores del Departamento de Química de la Universitat Autònoma de Barcelona, fue la de la creación de una biorrefinería en Cataluña. Desde la nota de prensa se señala que “la planta contaría con varias plataformas químicas que a través de residuos heterogéneos agrarios, forestales, porcinos, urbanos e industriales y con tecnología de co-digestión y pirólisis, generaría biometano que podría inyectarse en la red de gas natural, así como otros biocombustibles y compuestos químicos”.
La intervención final de Raúl Font, aparte de incidir en la posibilidad de distribuir y consumir un gas de producción autóctona, reduciendo la dependencia energética exterior, recordó que la producción de biometano y su inyección en la red de gas “debe ser compatible con los requerimientos técnicos y exigencias de seguridad que se están definiendo en el ámbito europeo”. Por último, Font afirmó que “debe existir un marco regulatorio que establezca las reglas para cada uno de los diferentes agentes involucrados, así como un régimen económico que promueva su implantación”.
