El Centro de Convenciones Mapfre Auditórium de Madrid reunió el pasado 30 de junio a la junta general de accionistas de Energía y Celulosa (Ence), de la que salieron varias declaraciones y acuerdos vinculados a la bioenergía. Ence es la primera generadora de electricidad en la Península y quiere serlo también en las islas, al menos en las Canarias. Así lo anunció el presidente de la compañía, José Luís Arregui, que piensa que pueden aprovechar su potencial tecnológico y empresarial “en cualquier parte del mundo, como por ejemplo en Iberoamérica o en sistemas insulares que necesiten energía fiable, renovable y limpia”.
“En este sentido estamos trabajando ya y hemos identificado interesantes oportunidades de inversión”, añadió Arregui, para citar “el ambicioso plan de generación con biomasa de Ence en las islas Canarias, que supondrá una importante modernización del sistema eléctrico insular, al dotarse de sus primeras plantas de biomasa y reducir los altos costes de la generación y disminuir el uso masivo de combustibles fósiles de importación”. El plan cuenta con una primera fase que contempla la construcción de dos plantas en la Isla de Gran Canaria con una potencia cada una de 70 MW y a ubicar en los puertos de Arinaga y de Las Palmas.
Volverán las posibilidades de crecer con biomasa
Ence cuenta en la actualidad con cinco plantas de biomasa (Navia, Pontevedra, Mérida y dos en Huelva) y de su anterior plan de energía renovable 2010-2015 aún están pendientes de construcción seis más, aunque de algunas han anunciado su aplazamiento (Alcántara, en Cáceres) y otras, las de Galicia, siguen en mente dentro de un plan estratégico, según se afirmó en la junta de accionistas. Sin embargo, además de las de Canarias, ya han comentado en otras ocasiones su intención de expansión internacional, con lo que se intentaría sortear los perjuicios ocasionados por las reformas normativas de las renovables en España.
Arregui cree que “nuestro país pierde con el tratamiento dado a la generación con biomasa, y especialmente al cultivo energético, una inigualable oportunidad de creación de empleo, de cuidado y sostenibilidad de nuestros montes autóctonos, de reducción de incendios y de desarrollo rural, entre otras cosas”. Sin embargo, afirma estar convencido de que “se trata de algo transitorio, y que las posibilidades de crecer en generación con biomasa en la España peninsular volverán”.
La energía como pilar de crecimiento en los próximos años
Según una nota de prensa de Ence, el consejero delegado, Ignacio de Colmenares, destacó en la junta de accionistas que “el bajo endeudamiento, la generación de caja y nuestra probada capacidad de reducir costes nos ha dado la oportunidad de poner en marcha un ambicioso Plan de Recuperación de la Competitividad de nuestra compañía, que en 2016 nos llevará a recuperar el nivel de beneficios previo al cambio de regulación eléctrica, lo que permitirá a Ence superar los efectos de la reforma”.
La compañía añade que el plan contempla incrementar su EBITDA en 79 millones de euros entre 2014 y 2015, hasta alcanzar los 169 millones, a través de cuatro grandes capítulos de actuación: reducción de costes, inversiones para aumentar la eficiencia, reestructuración del mix productivo y el crecimiento en energía. “Este compromiso, el cuarto pilar de nuestro plan de recuperación, será el eje central de nuestro crecimiento en los próximos años”, añadió Colmenares en la junta.
El consejero delegado afirmó que afrontan la reforma eléctrica como “una auténtica oportunidad para hacer de Ence una compañía más competitiva y más centrada en explotar sus conocimientos y sus capacidades diferenciales”. “Lejos de hacer descender nuestro crecimiento en la división de energía –añadió–, los recientes retos refuerzan nuestro compromiso de convertir a Ence en una referencia mundial en la producción de energía con biomasa”.
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