Junto a dos plantas en Lleida, que recibieron incluso el rechazo mayoritario del Parlament de Cataluña, la de Monzón es la instalación de aprovechamiento energético con biomasa que mayor contestación genera entre los vecinos y vecinas de la zona y el movimiento ecologista. Sin embargo, estos últimos han recibido un primer jarro de agua fría a sus pretensiones de paralizarla.
El auto de la jueza Mercedes Capuz declara el sobreseimiento de la querella interpuesta por Ecologistas en Acción Huesca contra las responsables técnicas del Ayuntamiento de Monzón y del Gobierno de Aragón que autorizaron la construcción de la planta a menos de 600 metros del casco urbano de la localidad oscense.
No hay hechos constitutivos de delito
La jueza reconoce que las primeras documentaciones e informaciones aportadas por las personas objeto de la querella generaban “importantes dudas e incertidumbres”, de ahí su admisión a trámite. A la vista de la nueva documentación y explicaciones aportadas, ahora sostiene que “los hechos denunciados e imputados a las mismas no son constitutivos de delito”.
El auto concreta que todas esas alegaciones y explicaciones sobre la normativa legal vigente debían haber estado en los informes emitidos con anterioridad, “en lugar de la trascripción de la normativa que no iban a aplicar, para no provocar las dudas que dieron lugar a la interposición y admisión de esta querella”. Ahora afirma que “tienen base legal y se presentan ajustadas a derecho”.
Forestalia contenta
Mercedes Capuz precisa que “no se aprecia indicio alguno de actuación consciente, dolosa, de tener conocimiento de estar informando de manera contraria a las normas de ordenación territorial o urbanística vigentes, sino de estar efectuando una interpretación razonada del sistema legal”. Eso sí, “sin que sea esta juzgadora quien deba resolver la adecuación o no, el acierto o no, de esa interpretación jurídica de la normativa urbanística”, aclara la jueza.
Forestalia, promotora de la planta de Monzón y una de las tres pricipales agraciadas en la primera subasta de biomasa, se congratula con el auto y valora especialmente “la alusión al método aplicado para el estudio de dispersión de emisiones, citado textualmente en el auto como el más habitual y el más recomendado por las distintas instancias. También recalca la mención en el auto recuerda a que “la nueva legislación ambiental vigente no establece distancias mínimas al núcleo urbano para este tipo de industrias”.
Ecologistas en Acción de Huesca recurrirá
Desde Ecologistas en Acción de Huesca han comentado a Energías Renovables que interpondrán recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Huesca. También recuerdan que el auto no entra a valorar si el marco legal es el correcto, “además no se pronuncia sobre otros posibles incumplimientos de las normativas que sí exponíamos en la querella, de ahí que procedamos a apelar”.
Dos días antes de publicarse el auto, miembros de la Plataforma contra la Incineradora de Biomasa de Monzón y Ecologistas en Acción entregaron en el Ayuntamiento de Monzón 4.000 firmas en papel y 5.400 digitales contra la instalación de Forestalia. Aprovecharon para insistir en el riesgo para la salud y el medio ambiente que supondría una planta ubicada a menos de 600 metros del casco urbano, basado principalmente en una ponencia de Eduardo Rodríguez-Farré, experto en toxicología y miembro del comité científico de la Comisión Europea sobre riesgos sanitarios emergentes y recientemente identificados.
Controvertidos benzopirenos y dioxinas
Según este científico “la emisión de contaminantes, como las partículas en suspensión o los óxidos de nitrógeno, aumentarían los casos de enfermedades broncopulmonares y cardiovasculares entre la población de Monzón y localidades cercanas”. Alude también a la emisión de benzopirenos y dioxinas, “sustancias de las más tóxicas conocidas y que son causa de cáncer, ocasionando que se eleve el número de muertes prematuras entre la población expuesta a los humos de la incineradora”.
Forestalia alega que “las autorizaciones ambientales y municipales otorgadas para la planta de energía limpia de Monzón son las más estrictas y rigurosas de cuantas se han aprobado en el sector de las energías renovables”, y precisa que “en el caso de las autorizaciones ambientales recogen más de 150 condiciones”.
En cuanto a los emisiones de benzopirenos, Forestalia afirma que se ha encargado a una consultora independiente un estudio cuyo avance ya se ha entregado en el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) y que dispondrán de la versión completa definitiva en próximas fechas. Concluyen que están plenamente seguros “del rigor de las autorizaciones, que garantizan la plena seguridad de la planta para la salud y el medio ambiente”.