El mismo día que el pleno del Parlament de Cataluña aprobaba interponer un recurso de inconstitucionalidad contra la ley 24/2013 del sector eléctrico (101 votos a favor de CiU, ERC, PSC, ICV-EUiA y la CUP, 18 en contra del PPC y 9 abstenciones de Ciutadans) y que Iniciativa per Catalunya Verds enmendaba una propuesta de Esquerra Republicana de apoyo financiero a las plantas de cogeneración afectadas por los recortes a las renovables, estos mismos grupos políticos sacaban adelante una moción para desestimar la instalación de dos plantas de biomasa en Lleida.
A propuesta de ICV- EUiA, el Parlament se pronunció a favor de "desestimar o adaptar" tanto el proyecto de la planta de Juneda como la de Palau d’Anglesola, al entender que no se adecúan a la nueva estrategia de gestión de la biomasa de la Generalitat, publicada en febrero. Según aparece la página web de ICV (iniciativa.cat), su diputada Sara Vilà declara que “es una contradicción mantener estos proyectos cuando la Generalitat tiene una estrategia muy diferente”, al decantarse por desarrollar “centrales de biomasa de uso térmico, pero no para generar electricidad”.
Sí a la biomasa térmica, no a la eléctrica
La diputada de ICV añade que “estas plantas son totalmente inapropiadas para el territorio, ya que estarían demasiado cerca de núcleos urbanos como Juneda, Les Borges Blanques y el Poal, que además no tienen monte, por lo que habría que transportar toda la madera de lugares lejanos, otra contradicción ecológica ". La planta de 14 MW de Palau d’Anglesola, impulsada por Nufri y que obtuvo a finales del pasado año el visto bueno de la Comisión Territorial de Urbanismo de Lleida, anunció en su día que utilizará como materia prima residuos de aprovechamientos forestales (45%), subproductos agrícolas de frutales, paja y caña de maíz (25%) y cultivos energéticos, como chopos, paulonia y la hierba miscanto (30%).
La enmienda, que fue pactada con ERC y recibió el apoyo de CiU y la CUP, el voto en contra del PSC y la abstención de PP y Ciutadans, establece que “hay que reconducir o desestimar en caso de que no sean adaptables las centrales de biomasa proyectadas en Cataluña que no se adecúen a la nueva estrategia para promover el aprovechamiento energético de la biomasa forestal y agrícola”. Entienden que dicha estrategia prioriza los aprovechamientos energéticos de la biomasa atendiendo a criterios de eficiencia y diversificación y que no apuesta por impulsar nuevas plantas de producción eléctrica.
Centrales más pequeñas y distribuidas
Desde ICV afirman estar a favor de la biomasa, pero "siempre que se escuche a todas las partes implicadas, que las plantas se ubiquen en zonas forestales cercanas y sean centrales más pequeñas y más distribuidas, con el fin de repartir la riqueza entre los productores", concluye Sara Vilà.
Antes de conocer la decisión del Parlament, el portal de TVE (324.cat) informaba en diciembre de 2013 que, tras el visto bueno de la Comisión Territorial de Urbanismo de Lleida, quedaba el informe de la Comisión de Política Territorial y Urbanismo de Cataluña, previo a la aprobación definitiva del plan especial por parte del consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila. Poco después, el Ayuntamiento de El Poal, vecino al del Palau de Anglesola, y la plataforma Salvem el Territori anunciaban que recurrirían ante los tribunales la decisión de la administración ilerdense.