El uso en cascada de la biomasa es uno de los puntos de mayor fricción de cara a la aprobación de la nueva directiva de renovables y, en concreto, del uso de estas en el transporte. Los ecologistas, pero también industrias como la maderera, consideran que, antes de ser quemados en calderas o propulsar vehículos, deben prevalecer otros usos dentro de una jerarquía de sostenibilidad.
En el debate, LSB tiene claro que la consideración de esta jerarquía es algo a lo que “los Estados miembros deben adherirse en la medida de lo posible”. “En el caso de la lucha contra las emisiones del transporte, la aplicación legal y estricta de estos principios podría ser contraproducente, ya que las circunstancias locales sobre el uso existente de ciertas materias primas varían enormemente”, explican.
Que no merme la lista de materias primas para los avanzados
No es la única propuesta que hacen desde esta alianza para que “la industria aumente significativamente las inversiones y explote plenamente el potencial de las tecnologías”. Principalmente le piden al Consejo de Europa que no espere a 2025 para establecer cuotas obligatorias de biocarburantes avanzados en el transporte y que, como proponen la CE y el Parlamento, se fijen ya a partir de 2021.
Otra de las demandas es que no se rebaje el número de materias primas susceptibles de ser destinadas a la fabricación de dichos biocarburantes. En el Anexo IX de la actual directiva se enumeran actualmente hasta 22 diferentes, principalmente residuos orgánicos. En concreto, LSB se opone “a la posición del Parlamento que modifica la definición de fracción de biomasa de residuos municipales mezclados”.
El cómputo doble, una posible limitación a la cuota general
Por último, el mismo sector no quiere que haya “barra libre” para el cómputo doble de algunas de estas materias primas en su uso como combustible en el transporte. Consideran que “los multiplicadores y el doble cómputo no deberían introducirse si conllevan una reducción significativa de la cuota de biocarburantes avanzados que finalmente se establezca”.
De momento, la situación de partida para ellos es satisfactoria, con una decisión del Parlamento Europeo sobre la nueva directiva de renovables que deja un margen importante para su participación en el doce por ciento de renovables para el transporte en 2030.