En 2013, la Unión Europea (UE) impuso al biodiésel procedente de esos países derechos antidumping que fueron aplicados por un periodo de cinco años y por un valor, para el caso argentino, de entre 241 y 273 dólares por tonelada.
A la par que la medida fue apelada en el TJUE, en febrero de 2014, el Gobierno argentino hizo lo propio ante el Órgano de Solución de Diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En marzo de este año, el Panel de la OMC concluyó que las medidas antidumping impuestas por la UE eran contrarias a las normas comerciales multilaterales vinculantes.
El fallo del TJUE, que puede leerse completo aquí, sostiene:
1) Anular los artículos 1 y 2 del Reglamento de Ejecución (UE) n.º 1194/2013 del Consejo, de 19 de noviembre de 2013, por el que se establece un derecho antidumping definitivo y se percibe definitivamente el derecho provisional establecido sobre las importaciones de biodiésel originario de Argentina e Indonesia, en la medida en que afectan a Unitec Bio S.A. (N. de la R.: una de las empresas argentinas que presentó alegaciones; las otras fueron Molinos Río de la Plata, Oleaginosa Moreno Hermanos, Vicentin, Aceitera General Deheza, Bunge Argentina, , LDC Argentina y Cargill, y también la Cámara Argentina de Biocombustibles, CARBIO).
2) El Consejo de la Unión Europea cargará con sus propias costas y con las costas en que haya incurrido Unitec Bio (N. de la R.: y todos los demás demandantes).
3) La Comisión Europea y el European Biodiesel Board (EBB) cargarán con sus propias costas.
Esto significa que en los próximos meses la industria argentina del biodiésel podría volver a tener a los países de la UE -que tiene un tiempo prudencial para realizar sus descargos- como uno de sus destinos de exportación, cuyo pico máximo se alcanzó en 2011, con envíos por 1.847 millones de dólares.
Según analistas del sector, el mercado europeo representó durante el período 2011-2012 el 90% de las exportaciones argentinas de biodiésel, aunque en valores totales significó sólo entre el 10% y el 12% del consumo total de la UE, bien que un muy importante porcentaje se destinó a España.
“Esta decisión de la Corte europea ratifica nuestra postura de que nunca aplicamos medidas desleales para exportar a la UE, y que la Comisión Europea usó ese argumento, sin fundamentos, para justificar una medida proteccionista ilegal,” manifestó en un comunicado el presidente de CARBIO Luis Zubizarreta.
Desde el Gobierno y CARBIO se proyecta ahora, una vez reiniciados los envíos, que el biodiésel argentino exportado podría alcanzar alrededor de 1,5 millones de toneladas, lo que representa cerca de 1.200 millones de dólares.