Estimado Antonio
Te escribo en relación con el artículo publicado ayer.
Quería haber comentado la noticia on line, pero he sido incapaz -es como si no estuviera habilitada esa opción- así que he optado por escribirte directamente, disculpa el atrevimiento.
Suelo leer vuestros artículos y creo que en general sois bastante ecuánimes y objetivos. No obstante, hay artículos, como el que nos ocupa [titulado La mayor instalación solar de autoconsumo compartido de España está en Cádiz], con los que a una se le remueven las entrañas. Me explico. La empresa miente. La definición de la RAE de autoconsumo es
“Consumo de bienes o recursos, especialmente agrarios, por parte de quien los produce”
Es decir, la empresa está mintiendo cuando dice que Pueblos Verdes es un innovador modelo de autoconsumo de energía renovable de proximidad. Es de proximidad, eso es cierto y está muy bien, pero no es autoconsumo, es una empresa que produce electricidad que posteriormente vende a otros. Los que consumen no son los mismos que producen, por lo que no se puede hablar de autoconsumo. El problema no es que alguien quiera hacer negocio vendiendo electricidad -cosa muy lícita- sino que nos intenten engañar diciendo que es autoconsumo. No lo es.
Además, dicen alegremente que el proyecto no ha generado "ningún coste para ellos [los clientes finales] ni para el municipio”. Claro ¡faltaría más! estaría bueno que los vecinos tuvieran que haber pagado para poner en marcha un negocio que no es suyo.
Mienten, y eso es muy grave teniendo en cuenta que en esta transición energética, los de siempre, en este caso Repsol, una de las empresas más contaminantes de España, se están haciendo con un mercado que, en mi opinión, deberían tener vetado, porque el verdadero autoconsumo colectivo, las comunidades energéticas, es la única forma que tenemos los ciudadanos de alcanzar la autonomía energética. Las grandes empresas lo acaban copando todo porque se lo estamos permitiendo y los ciudadanos no tenemos capacidad para evitarlo sin el apoyo de gobiernos y administraciones públicas.
Todas estas reflexiones las hago desde mi pueblo, un pueblo muy pequeño de la Alcarria alta en el que vivo con mi familia junto con otros 30 vecinos, y en el que llevamos por lo menos 2 años intentando impulsar una comunidad energética, sin ningún interés ni apoyo decidido por parte de gobiernos e instituciones. Mientras, eso sí, asistimos impotentes a la barra libre que se ha dado a las empresas, sin nuestro consentimiento, para alicatar nuestros pueblos con grandes proyectos fotovoltaicos (existiendo ubicaciones menos dañinas aunque menos rentables, claro) para producir energía a muy gran escala y cosernos el territorio con líneas de alta tensión y subestaciones eléctricas que se llevan la electricidad a cientos de kilómetros de distancia a los grandes centros de consumo, en nuestro caso a Madrid. En Guadalajara, por el momento vamos ya por más de 10.000 hectáreas de macro renovables (=más de 14.000 campos de fútbol =más de 100 kilómetros cuadrados) y 0 (CERO) comunidades energéticas. Las cifras hablan por sí solas.
En fin, que cuando sufres en persona el abuso de las grandes empresas con el beneplácito de gobiernos y administraciones públicas que se han posicionado claramente del lado del lobby energético, permitiendo expropiaciones y la práctica de malas artes, dejando de lado su deber de defender los derechos de todos los ciudadanos, también de los que vivimos en los pueblos, y ves que todo lo copan, que lo que están haciendo nada tiene que ver con la lucha contra el cambio climático sino con perpetuar sus negocios especulativos a cambio de colonizar las zonas rurales, y que encima nos cuentan milongas, como en el artículo, a una poco menos que se le abren las carnes.
Muchas gracias por tu atención y por permitirme este desahogo. Desde Aliente en Guadalajara seguiremos luchando por una transición energética realmente justa, democrática y sostenible.
Saludos alcarreños
Berta Caballero
Aliente en Guadalajara
