Sí, más de un 90% de ahorro en la factura de la luz… en una vivienda unifamiliar (la de la foto). Nos lo contaba, hace apenas unas semanas, la empresa navarra Ingeniería y Soluciones Fotovoltaicas (ISF), que ha puesto en marcha, con la ayuda de Ingeteam, una instalación solar fotovoltaica (FV) en el tejado de la casa de una familia de cuatro miembros (3,7 kilovatios, kW). La instalación en cuestión –nos explicaba Patxi Guembe Yerro, uno de los socios de ISF- se encuentra en Cizur Menor (Navarra), "en una zona con radiación bastante mala; se lo digo porque en zonas de mayor radiación la rentabilidad es mucho mayor". Una instalación solar FV para autoconsumo –nos insistía el ingeniero- se puede amortizar en Navarra en unos siete años, "pero, en otras zonas, se pueden bajar bastante esos plazos; además, lógicamente, cuanto más consumo tenga la vivienda, más rentable es la instalación".
Los secretos de la instalación solar de autoconsumo de Cizur Menor –los secretos de ese ahorro del 90%- son varios. Uno: cuenta con un dispositivo marca Ingeteam -el gestor Ingecon EMS Manager- que "está configurado para que la totalidad de la energía que producen los paneles FV sea utilizada por los consumos presentes, sin que se vierta nada a la red de distribución; este gestor –informan desde Ingeteam- es el encargado de evitar la inyección de excedentes en la red en aquellos casos en que la producción de energía solar sea superior a la demanda". Otro de los “secretos” de tanto ahorro es el equipo de baterías: ISF ha instalado baterías de gel (10 kWh) que acumulan la electricidad cuando no hay consumo. Y, por fin -concluye Guembe-, "hemos reducido el término de potencia -la potencia que la familia tiene contratada- al mínimo (de 5,45 a 2,6 kW) y hemos contratado discriminación horaria".
¿Cómo funciona?
ISF configura el dispositivo Ingecon EMS Manager, ajustando parámetros como el estado de carga mínimo. La instalación funciona posteriormente de manera autónoma: "le damos a ese gestor consignas para que guarde un porcentaje de la carga de batería y emplee esa reserva para absorber los picos de consumo, a primera hora de la mañana, cuando los cuatro miembros de la familia se levantan, o en torno a las 21.00 horas, cuando ya está todo el mundo de regreso en casa" (la familia está compuesta por dos adultos y dos niños pequeños). El resultado de todo ello -explica Guembe- es que "la familia aprovecha al máximo la energía solar y consume electricidad de la red en el periodo horario en el que paga menos -la paga a seis céntimos-, consiguiendo así ahorros en la factura de hasta más del 90%".
La instalación -16 paneles de 230 vatios- fue puesta en marcha hace ya más de un año, y la empresa de Guembe ha añadido ahora las baterías de gel. Teniendo en cuenta –apunta el ingeniero- que la energía requerida por la vivienda en horas sin sol está en torno a los 4 kWh, la batería trabajará siempre con unas profundidades de descarga inferiores al 40%, lo que aumenta la vida útil del sistema. La elección ha venido condicionada por el precio (las baterías de gel son más baratas que las de litio), pero Guembe asegura que los precios de estas últimas están bajando de manera vertiginosa y que ISF empezará a trabajar con ellas "en breve".
Nueve mil euros
La instalación toda ha venido a costar aproximadamente 9.000 euros. En ese montante se incluyen las 16 placas solares, el inversor, el dispositivo Ingeteam de gestión de la instalación y toda la tramitación. La amortización, en este caso concreto, vendrá a durar unos siete años, según ISF. La instalación ha recibido una subvención de aproximadamente el 20% del gobierno navarro. El Ejecutivo Foral destinó en enero una partida de 700.000 euros para el impulso de "inversiones en instalaciones solares fotovoltaicas (FV) y eólicas sin vertido a la red de distribución". Esa partida ha dinamizado al sector en la región. ISF, por ejemplo, tiene ahora mismo en cartera 800 kilovatios de autoconsumo FV: cuarenta instalaciones, de entre tres y cien kilovatios, pendientes todas -informa Guembe- de que la administración foral navarra les dé luz verde y puedan beneficiarse de esas ayudas.
20 de abril
En el gráfico que recogemos a continuación se muestra cómo durante la noche, la batería -que ha estado cargándose durante el día- proporciona la electricidad que demanda el hogar (véase la aportación, en verde). Durante el día, el autoconsumo directo de energía solar se expresa en el gráfico en color amarillo (véanse a mediodía, cuando los padres van a casa a comer, los picos de demanda, que son casi por completo abastecidos por la instalación fotovoltaica). Entre las ocho y las nueve de la mañana, el pico de demanda lo atiende la red (en color azul). El 20 de abril, que fue lunes (es el día que está representado en esta gráfica), el sol generó el 93,17% de la electricidad que necesitó esta familia navarra. El 23 de abril, el autoconsumo se fue hasta el 95,20%.
SUD Energies Renovables es otra de esas empresas que ha buscado en el autoconsumo su futuro. Y parece que lo ha encontrado. Hasta el punto de que, a principios del mes pasado, anunciaba a bombo y platillo que ya ha superado el hito del megavatio: un mega (mil kilovatios) en instalaciones solares fotovoltaicas para autoconsumo. Instalaciones (algunas muy pequeñas) que ha puesto en marcha en naves industriales, en viviendas particulares, en residencias de personas mayores, en edificios municipales... ¿Un ejemplo? El complejo cultural (sala polivalente, escuela de música y biblioteca) del municipio de Artés, 75 kilómetros al norte de Barcelona. SUD puso en marcha allí, hace ahora casi exactamente un año, una instalación fotovoltaica de 6 kW para autoconsumo. ¿Producción anual estimada? Unos 8.800 kilovatios hora, “lo que supone un ahorro anual de emisiones de 5,56 toneladas de CO2” (pronto confirmarán su primer balance anual).
Es legal
En el caso del centro polivalente de Artés, la instalación -24 placas solares, un inversor, 45 metros cuadrados de cubierta ocupados- ha contado con la ayuda de otra administración, la Diputación de Barcelona, que parece ser que también tiene claro por dónde va el futuro: “en el escenario actual, el autoconsumo fotovoltaico es legal”, explicaba la Diputación con nitidez hace ya unos meses, cuando anunció la puesta en marcha de esa instalación. Además, el autoconsumo –añadía- es “viable, ya que tiene unos períodos de retorno económico de entre cinco y siete años”. Más aún: “si finalmente se aprueba el borrador que ha de modificar su regulación –matizaba la Diputación-, se introducirá un peaje de respaldo que elevará los períodos de retorno a entre ocho y doce años, en función del proyecto”. Eso sí, concluía, “cabe recordar que la vida de estas instalaciones solares es de unos 25 años”.
En Cataluña, pues, las administraciones parecen tenerlo claro. El Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo, ha echado mano también de SUD para que esta pyme radicada en Vic ponga en marcha la cubierta fotovoltaica para autoconsumo del Centre de Serveis Socials del Raval: 123 metros cuadrados de placas fotovoltaicas, 17 kilovatios de potencia (96 paneles Trina de 185 vatios pico y un inversor SMA). ¿Producción estimada? 23.212,32 kWh al año. En todo caso, el contrato más emblemático que ha firmado esta ingeniería de Vic, el más importante de cuantos ha sumado hasta llegar al primer Megavatio SUD de Autoconsumo, ha sido probablemente el de Sanitas, o sea, un contrato con una empresa privada. Sanitas ha encargado a esta pyme catalana que le instale cubiertas FV a quince de sus residencias para personas mayores, como ya adelantamos en la edición del mes de marzo.
Murcia
Más al sur, la administración autonómica de Murcia, región gobernada por el Partido Popular desde la noche de los tiempos, parece que también se ha convencido de las virtudes del autoconsumo. Así, acaba de aprobar la Ley 11/2015, de 30 de marzo, que fuera presentada poco antes en la Asamblea regional por el diputado del PP Patricio Gómez en estos términos: a partir de ahora –decía Gómez- los ciudadanos “podrán generar su electricidad sin tener que pagar cargos adicionales a la compañía eléctrica" (o sea, que no habrá peaje de respaldo). La ley murciana deja abierta la puerta, además, al balance neto (seguramente la deja abierta con la boca pequeña... pero lo cierto es que la deja abierta).
A saber (reproducimos literalmente): "las instalaciones generadoras de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, y en particular las de tecnología solar fotovoltaica de pequeña potencia, previstas para el consumo instantáneo o diferido en las modalidades de autoconsumo reguladas en la Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico, podrán considerarse como instalaciones de intercambio de energía. La cesión de energía producida por estas instalaciones al sistema eléctrico no llevará aparejada contraprestación económica alguna, estableciéndose por la consejería competente en materia de energía las compensaciones por dicha cesión, en términos energéticos". ¿Balance neto, pues? Habrá que ver. Desde luego lo que dice la ley es lo que hemos reproducido ahí arriba.
Baleares
Ell gobierno de las islas Baleares, asimismo en manos del Partido Popular, también le acaba de dar un empujón al autoconsumo: 400.000 euros en subvenciones (gestiona la Direcció General d’Indústria i Energia). El dinero saldrá, en un 50%, del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. La noticia fue publicada por el Butlletí Oficial de les Illes Balears el pasado diez de abril. Además, y lo que es más importante (pues el dinero tarde o temprano se acaba), el nueve de abril ha entrado en vigor en el archipiélago "la nueva tramitación simplificada para la puesta en funcionamiento de instalaciones generadoras de energía eléctrica para autoconsumo de hasta 5 kW que no viertan a la red. De esta manera se permitirá la inscripción y puesta en servicio inmediata, de acuerdo con el Reglamento de Instalaciones de Baja Tensión".
Según el director general de Industria y Energía del govern balear, Jaume Ochogavía, "queremos facilitar la incorporación de las fuentes de energía renovables en las Islas". Eso es lo que quiere por lo visto ahora el gobierno balear, que contaba hace unas semanas en la correspondiente nota de prensa que el sector ha dado la bienvenida a ese "nuevo procedimiento", que "simplifica la tramitación administrativa" de las instalaciones de producción de electricidad a partir de fuentes renovables, instalaciones cuya producción sea consumida "en su totalidad" –matizaba el Ejecutivo balear - por el propio productor y que no viertan el excedente a la red de distribución (en fin, inyección cero). Según el director general de Industria y Energía, con esta medida "facilitaremos la tramitación para multitud de pequeñas instalaciones, para que la gente que en su casa quiera hacer este tipo de autoconsumo, con vertido cero, lo haga de manera muy sencilla y muy rápida".
Las administraciones autonómicas
Son los últimos pasos –todos en la misma dirección- que ha ido dando la administración (o, mejor dicho, algunas –cada vez más- administraciones autonómicas). Pasos todos en aras de regular el autoconsumo, en aras de liberarlo del secuestro regulatorio del que es objeto desde hace dos años. Incluso algunos gobiernos regionales controlados por el Partido Popular –he ahí los casos de Murcia o Baleares (también Extremadura)- han legislado ya en pro de facilitarle una salida a esta vía de ahorro de energía. El fantasma del peaje de respaldo sigue siendo no más que eso, un fantasma, un muerto viviente que sigue teniendo no obstante efectos disuasorios. Pero también es cierto que cada vez menos. Además, ha aparecido un antídoto contra él. ¿Que cuál? Pues probablemente esas instalaciones que la propia administración está colocando sobre las azoteas y cubiertas de sus edificios, una administración que bastantes problemas de liquidez tiene ya hoy como para consentir en pagarle mañana un diezmo al secretario Nadal por generar su propia electricidad.