Los calificativos en torno a la propuesta del Ministerio de Economía para que el exministro de Industria, José Manuel Soria, optase al cargo de director ejecutivo del Banco Mundial han sido tan gruesos que al final han acabado de convencer al Gobierno. Nadie entendía que el PP jugase una carta tan difícil, y menos en plenas negociaciones con otros partidos para lograr la investidura de Rajoy.
A pesar de todo, el propio Mariano Rajoy, Dolores de Cospedal y otros responsables populares han defendido durante días al exministro con argumentos tan chocantes como que se trataba de un nombramiento “técnico, no político”, al que podía optar Soria y miles de personas más. “Si un funcionario no puede ser funcionario... ¡Esto qué es!”, ha llegado a decir el presidente del Gobierno en funciones.
En pocos días el revuelo provocado ha sido tal que una petición para que el Banco Mundial vetase a Soria ha alcanzado más de 300.000 firmas en la plataforma Change.org, en apenas tres días.
Ayer Soria envió una carta al secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, comunicándole oficialmente su renuncia al nombramiento y señalando que esa renuncia se produce “a petición del Gobierno. Para el exministro, se ha hecho una "desproporcionada" utilización política con su designación. Y sostiene que se ha visto obligado a dar ese paso “a pesar de que no está ni imputado, ni investigado, ni condenado por ninguna instancia, ni inhabilitado para el ejercicio de ese cargo en el Banco Mundial”.
• Soria el Sucio (Piet Holtrop)
• El Gobierno considera a Soria idóneo por su historial de servicio público