No había ningún problema técnico -las desaladoras empleaban energía eólica para desalar y no había problema técnico alguno en ello- y no había ningún problema administrativo, pues la legislación contemplaba esa opción -todo era perfectamente legal- y la Administración canaria se limitaba a velar por el cumplimiento de la norma. No lo había... hasta que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo -dirigido por el canario José Manuel Soria- ha aprobado el Real Decreto de Autoconsumo, una norma muy discutida en toda España pero que, en el caso concreto de la desalación eólica canaria, puede resultar sencillamente letal.
Canarias tiene dos problemas: carece de fuentes fósiles de energía (por eso genera prácticamente toda su electricidad con derivados del petróleo que importa de allende las fronteras) y carece de grandes masas de agua dulce, por lo que se ve obligada a desalar agua de mar. Por eso, a lo largo de las últimas décadas, los investigadores y científicos de los principales institutos canarios han buscado -de mil maneras distintas- cómo desalar de la forma más barata posible. Porque resulta que las desaladoras necesitan energía eléctrica para desalar y generar electricidad en el archipiélago siempre ha sido muy caro, mucho más que en la península.
Abaratar
Para abaratar costes, y a la espera de que las energías renovables (autóctonas y más baratas que el petróleo) se conviertan en "la solución total"... las desaladoras las han empleado -han empleado la energía eólica- como "solución parcial". ¿Cómo? Pues sacando de la red -y pagando, consecuentemente- una cierta cantidad de electricidad, y montando a la vez un par de aerogeneradores (o los que fuere menester) para generar con ellos cuanta electricidad quisiera el viento. ¿Objetivo? Autoconsumir esa electricidad y ahorrarse así unos cuantos megavatios hora, que, gracias a los aerogeneradores y los vientos, no tenían que adquirir a Endesa, que controla en régimen de cuasi monopolio la venta de electricidad en el archipiélago.
Impacto ambiental
La legislación contemplaba con buenos ojos esa práctica, pues evita emisiones de CO2 (kilovatio hora generado por el viento es kilovatio que no hay que generar con fuelóleo) y, a la par, genera empleo y negocio. Además, las desaladoras con autoconsumo eran catalogadas como "ahorradores" y no como "generadores" y podían tener en sus aerogeneradores el doble de la potencia que tienen contratada en la red, siempre que no reviertan a esta -a la red eléctrica canaria- más del 50% de la electricidad que producen. ¿Y qué pasa ahora? Pues que el ministro canario ha dejado escrito en su RD de Autoconsumo que uno no puede tener más potencia en viento que la que le tiene contratada a Endesa (véase la potencia térmica que tiene instalada Endesa en la región).
A la vista de lo cual, el Ejecutivo autónomo ha reaccionado
El Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Economía, Industria, Energía y Comercio, ha elaborado -a la vista de todo ello-, y en colaboración con el sector empresarial, "una propuesta para modificar el Real Decreto de Autoconsumo (900/2015) aprobado por el Ministerio de Industria, que entrará en vigor en abril". Según el Ejecutivo canario, el principal objetivo de esta solicitud es "garantizar la viabilidad de las siete instalaciones de desalación de agua alimentadas con energía eólica que hay en las islas y evitar sobrecostes a las producciones agrícolas que dependen de ellas para su riego".
El documento será remitido al Ministerio "en los próximos días"
El Ejecutivo canario explica en nota de prensa que están trabajando en ese documento el consejero de Agricultura, Narvay Quintero, los representantes de la Asociación Eólica de Canarias y de la Asociación Canaria de Energías Renovables y el viceconsejero de Industria, Energía y Comercio, Adrián Mendoza. Según el Gobierno canario, "en concreto, se va a solicitar que las instalaciones de desalación de agua con energía renovable queden excluidas de los nuevos parámetros que se quieren aplicar para el autoconsumo de energía eólica, cuya aplicación obligaría a los promotores de estas instalaciones a contratar la misma potencia por la red que la que tienen instalada en los molinos eólicos".
Ahorro
El viceconsejero Mendoza explica que las condiciones que establece el nuevo RD suponen "un importante retroceso en relación con el principio de eficiencia energética, en la medida en que conllevan un alto coste energético y limitan las posibilidades de instalar más potencia eólica". Por este motivo, la Consejería de Economía -explica el Ejecutivo autónomo- va a proponer mantener las condiciones actuales, "en las que las desaladoras con autoconsumo -explica- son catalogadas como ahorradores y no como generadores y pueden tener instalada en sus molinos el doble de la potencia que tienen contratada en la red, siempre que no reviertan a la red más del 50% de la energía eólica que producen".
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