El grupo de ingenieros ha estado acompañado por el consejero insular de Aguas, Manuel Miranda, y por Mario Cabrera, presidente del Cabildo de Fuerteventura, que participa en un 60% en CAAF (el 40% restante corresponde a seis entes municipales). El Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura, mediada la primera década del siglo, se planteó como estrategia dotarse de "pequeños parques eólicos de autoconsumo" para sus desaladoras, "dado que el gran problema de la desalación en nuestros días ya no es la tecnología, sino la excesiva dependencia que esta tiene de la energía". Así, CAAF puso en marcha a mediados de 2010 el Parque Eólico de Autoconsumo de la Planta Desaladora de Corralejo, de 1,7 MW, en el que invirtió en torno a 2,6 millones de euros.
Rumbo al 100%
Según Andrés Rodríguez Cabrera, del departamento de producción del Consorcio, la energía generada por el parque ronda los 3.400 MWh al año. Actualmente -informa CAAF-, el 83% de la electricidad necesaria para operar la desaladora de Corralejo sale del parque eólico asociado. En ese sentido -y según detalla laprovincia.es en su edición de ayer-, el presidente del Cabildo majorero, Mario Cabrera, ha explicado que "el objetivo es llegar a producir el 100% de la energía que necesitamos para desalar agua de fuentes renovables; para ello, el CAAF también trabaja actualmente en la ampliación de la potencia del parque eólico de Jandía, para pasar de los actuales 10 MW hasta 16 MW, reduciendo el número de aerogeneradores al sustituirlos por otros de última tecnología".
Casi veinte años
El parque de Jandía, de 10,26 MW, fue promovido por CAAF en 1.989 "en el ánimo de mitigar lo más posible la alta repercusión que tiene el capítulo energético en el coste del metro cúbico de agua producida". Jandía cuenta con 45 aerogeneradores MADE, empresa perteneciente en su momento al grupo Endesa. De esas 45 máquinas, 18 son de 300 kilovatios y 27 de 180. Los aerogeneradores están dispuestos en tres filas de quince, veinte y diez, en paralelo, y separadas por distancias de 300 metros, con separaciones entre máquinas de 30 metros. Esta separación entre las turbinas -apunta CAAF- hace que "el impacto visual del parque se encuentre muy atenuado". El parque, que comenzó a operar en 1994 (el año que viene cumplirá, pues, 20 años) es propiedad de CAAF (60%) y Unelco-Endesa (40%).
Más potencia, menos superficie
Además, el Consorcio ya ha anunciado su intención de instalar un nuevo parque eólico "con una potencia de dos megavatios, destinado a la generación de energía eléctrica para el autoconsumo de la planta desaladora de Puerto del Rosario". Según declaraciones del presidente del Consorcio, Mario Cabrera, "ya se hicieron los estudios técnicos previos, la compatibilidad territorial y con AENA, y hemos hablado con Industria del Gobierno de Canarias". Esta tercera iniciativa responde, según Cabrera, a "los buenos resultados que está proporcionando el parque eólico de autoconsumo de Corralejo y a la experiencia favorable del de Jandía, que además queremos repotenciar, reduciendo el número de aerogeneradores y la superficie ocupada, pero instalando otros de más potencia".
Sin prima, rentable
Según Andrés Rodríguez, del departamento de producción del Consorcio, la operación del sistema -parque eólico de autoconsumo asociado a desaladora- es "muy estable a lo largo de la explotación de ambas instalaciones". En ese sentido, el técnico de CAAF señala que los resultados están siendo "positivos" incluso en situaciones tan especiales como la de Corralejo, que se encuentra en un sistema eléctrico insular, "más inestable", en comparación con los sistemas eléctricos continentales, que son mucho más robustos y estables. Más aún, Rodríguez, que se queja en todo caso de las tramitaciones eólicas -ocho años en el caso de Corralejo- asegura que incluso "sin la prima a las renovables, los autoconsumos asociados a las plantas desaladoras de agua de mar siguen siendo rentables".
Las sombras de la familia Soria y la eólica canaria
En los últimos 25 años, Canarias ha tenido tres planes energéticos. El primero de ellos, el de 1986, apostaba por el carbón como solución a las necesidades energéticas del archipiélago, satisfechas entonces con petróleo. El segundo, de 1989, se posicionaba ya a favor del gas natural, que era entonces contemplado como “alternativa más eficiente y menos negativa para el medio ambiente” que el carbón. El tercero, Plan Energético de Canarias (Pecan) 2007-2015, perseguía y persigue, pues sigue vigente, cierto “objetivo básico”: alcanzar un 30% de la generación eléctrica mediante fuentes de energía renovable. ¿Objetivo eólico? 1.025 MW en 2015. Pues bien: el último balance publicado por la Asociación Empresarial Eólica (cerrado a 31 de diciembre de 2012) computaba en el archipiélago menos de 160,1 megas, muy lejos, pues, de ese millar previsto hace un lustro.
Dos concursos y un apellido
Los planes en un cuarto de siglo han sido tres. Los hitos clave –concursales–, solo dos. A saber: el concurso eólico convocado por el gobierno canario el 14 de octubre de 2004 (es entonces consejero de Industria Luis Soria, hermano del actual ministro); y el concurso del 27 de abril de 2007 (convocado apenas unos días antes de que José Manuel Soria se convirtiera en vicepresidente del gobierno canario). El concurso de 2004 es anulado bajo sospecha, de presuntas irregularidades del equipo liderado por Soria (Luis). Uno de sus hombres, en concreto el director general de Industria, Celso Perdomo, acabaría por ingresar en la cárcel tiempo después. Y, por fin, el concurso eólico de 2007 (440 MW), concurso que sigue hoy, un lustro después, prácticamente inédito. Nos lo contaba el pasado mes de octubre Julián Monedero Andrés, presidente de la patronal de las renovables canarias (Clúster Ricam): “ahora mismo, año 2012, todavía no se ha ejecutado ni un solo aerogenerador de ese concurso público. Ni uno solo”.
El tren que pasó
La historia de la eólica canaria pasa, pues, por un apellido –Soria– y por un balance muy concreto: la potencia eólica instalada en Canarias a 31 de diciembre del año 2003 (Luis Soria es en ese momento consejero de Industria del gobierno canario) era de 129,83 MW. La potencia eólica instalada a 31 de diciembre de 2012 (José Manuel Soria pasó de la vicepresidencia del gobierno canario al ministerio de Industria en diciembre de 2011) era de 160,1 MW. Es decir, que Canarias, una de las comunidades autónomas con mejor recurso eólico, ha instalado en los últimos nueve años, precisamente los del bum de la eólica española, la ridícula cifra de 30 megas. Y eso que la comunidad canaria se ha distinguido por iniciativas -eólica para autoconsumo pro desalación- que interesan incluso en China.