Hace casi tres años en esta misma revista alabé la propuesta de la entonces ministra Teresa Ribera de introducir un amortiguador para suavizar el efecto del gas en el mercado de la electricidad, cuando se produjo una subida estrepitosa de este combustible debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Aquello no fue posible establecerlo a nivel de la UE por el dogmatismo predominante en nuestros socios hacia la libertad de mercado. Esta, que funciona fabulosamente cuando sus límites están encauzados, tropieza y se acodala cuando estos no están bien definidos y el camino a transitar es de cambio brusco.
Esto lo ha entendido muy bien China, a la que Occidente le ha enseñado que en las renovables y no en el carbón estaba el futuro energético, por lo que se hacía necesario un fuerte giro de timón.
Confieso que por interés empresarial, porque entonces desde España queríamos exportar aerogeneradores a China, debí poner en su día mi granito de arena en esto. Fue antes del 2000, siendo yo vicepresidente de la Yituo-Made y gracias a la gestión de nuestro embajador en China, en aquel entonces Juan Leña, cuando me tocó demostrar con números, a un grupo seleccionado por el gobierno chino, de que esto iba por ahí.
China ha demostrado que cuando tiene las cosas claras pone todo su potente aparato: administración, universidades y empresas a trabajar de manera rectilínea. Aunque eso sí, dentro de esos cauces establece la máxima competitividad en universidades y empresas.
Porque este país usa el mercado, mientras que a nosotros este nos usa. Esto le ha puesto a la cabeza mundial en el terreno de las renovables.
Pero volviendo a Teresa Ribera y a lo que se terminó llamando la Excepción Ibérica. Como la propuesta presentada por España y Portugal no fue admitida, se buscó como compromiso para no ir directamente contra la racionalidad de nuestra iniciativa, el limitarla a la Península Ibérica. Cometiendo la mentirijilla de que esta era una isla energética.
Aquí nos pilló la comisaría de la Competencia, guardiana de las esencias del mercado, impidiendo la doble subasta, que hubiese dejado hermético el MIBEL, evitando así subvencionar a los franceses. ¡¡Pero no habíamos aceptado que la Península Ibérica era una isla energética!!
Fuertes críticas recibió por ello, pero lo cierto es que el consumidor se ahorró mucho dinero que injustamente hubiese tenido que pagar. Porque como dije antes, el mercado funciona mal ante alteraciones bruscas. Sobre todo si estas son transitorias, como el caso que nos ocupa.
A Ribera se la tacha de dogmática por querer parar las nucleares, si estuviésemos en Alemania estaría de acuerdo. ¿Pero en España…? Preguntemos a los propietarios qué necesitarían para alargarles la vida y comparar esto con fotovoltaica y bombeo en los actuales embalses.
En este tema creo que es mejor cerrarlas y dejarlas hibernadas en manos de la UME, por si un volcán o un asteroide nos enturbian la atmósfera mientras se desarrollan las nuevas tecnologías de neutrones rápidos que reciclarían los residuos de actividad alta.
Por otra parte hay que reconocerle a la ministra el alivio que, para el balance económico con el exterior, ha supuesto el impulso dado a la fuerte implantación de las renovables. España ha equilibrado su balanza de pagos en gran parte gracias a esto.
Pero lo más importante y quizás el hecho por el que Von der Leyen la haya escogido, es porque es una mujer con personalidad propia, capaz de romper con convencionalismos. Y en estos momentos Europa necesita dejar de mirarse al ombligo.
Me entero de que el PP va a votar en contra en el Parlamento Europeo de su designación como vicepresidenta ejecutiva de Transición Limpia, Justa y Competitiva. Con el peregrino argumento de que “no estamos a favor de exportar sanchismo fuera de nuestras fronteras”.
Pero Tellado, ¿no habíamos quedado en que el frentismo lo traía Sánchez? ¡Qué pronto os habéis contagiado!
Porque no hay nada mejor para la gobernanza que los contrapesos y esta nueva Comisión los va a necesitar de verdad.
Además para nuestro país es muy importante tener a una persona de su capacidad tan cercana a la presidenta, que estoy seguro de que la va a escuchar.
El PP ha cometido varias equivocaciones en el tema energético en el pasado que debe remediar. Espero que Feijoo, en el que hasta ahora confío, tome cartas en el asunto y se avenga al discurso anterior cuando el propio Tellado decía que no harían como los socialistas cuando el PSOE no votó a Cañete como comisario.
