Según publicó Expansión el pasado 12 de noviembre. las grandes eléctricas piensan reducir las inversiones en las redes a causa de los recortes en la distribución. El consejero delegado de Endesa, que ha ganado 1.622 millones de euros en los 9 primeros meses del año, anunció: "Nos estamos preparando para un descenso remarcable en las inversiones". Para no ser menos, su homónimo en Gas Natural Fenosa, (que "sólo" ha ganado 1.115 millones en el mismo periodo), adelanta que la compañía se verá obligada "lamentablemente" a recortar las inversiones para adaptarse a los últimos ajustes regulatorios y especialmente a la reducción en la retribución a la distribución.
Se llevan las manos a la cabeza y nos amenazan porque les recortan 700 millones en los costes reconocidos a la distribución pero no mencionan que, incomprensiblemente, en los últimos cinco años se aumentó esa retribución en 2.200 millones sin que hubiera aumentado la demanda electrica, es decir sin justificación alguna, con lo que mas que un recorte se trata de un intento de corregir parcialmente el error.
Pero pobrecitos, es normal que se quejen cuando solo entienden de beneficios y cualquier reducción la equiparan a perdidas.
Sin embargo si su decisión es reducir las inversiones no queda mas remedio que hacerse algunas preguntas, por ejemplo: ¿quien establecerá las prioridades? ¿ Y con que criterios? ¿Dedicarán su reducido presupuesto a renovar las lineas que provocan apagones y averias o a prepararse para el enorme negocio que se prevé en el suministro a los coches electricos? ¿Mejorarán las protecciones y las redes o colocarán "inteligentes" contadores que permitan cortar la luz a distancia pero no permitan contabilizar la energía de los autoproductores? ¿Sabran conjugar el beneficio del consumidor y la sociedad española con el beneficio de los accionistas de forma minimamente equilibrada? Repasen las declaraciones de prensa y hagan sus apuestas.
El oligopolio eléctrico ve que está perdiendo la batalla tanto en la generación (cada vez mas renovable y distribuida), como en la comercialización (donde sus clientes aprovechan la mínima oportunidad para salir huyendo), por eso plantea el último campo de batalla en la distribución, donde tiene sus mejores aliados en los sucesivos ministros de industria que deciden sobre un negocio regulado y considerado monopolio natural, como si fuera el cortijo de las empresas de UNESA.
Aunque para las grandes compañías la distribución eléctrica sea solo un negocio, para la sociedad española es bastante mas que eso y las redes son esenciales. Si los ciudadanos hemos sido capaces de organizarnos en cooperativas como Som Energía para producir y comercializar electricidad, importando un modelo que funciona en otros paises europeos deberíamos seguir en la misma línea imitando el ejemplo de organizaciones ciudadanas y municipios que están adquiriendo las redes para gestionarlas de forma mas democrática. ¿No vamos a ser capaces de hacerlo? Si las eléctricas no pueden invertir, que vayan valorando las redes, que nosotros queremos comprarlas. Es imprescindible abrir este debate ciudadano, nos jugamos mucho con ello.