El vicepresidente y consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos del Ejecutivo foral, José Mª Aierdi, presentó ayer esos en comparecencia ante los medios los datos sobre proyectos de rehabilitación y su evolución en estos últimos cinco años. Lo hizo junto al director general de Vivienda, Eneko Larrarte, y al director del Servicio de Vivienda, Javier Etayo. Según el consejero Aierdi, el espectacular incremento de la inversión es fruto de las políticas que el Gobierno de Navarra impulsó hace cinco años “por un urbanismo compacto y sostenible, por las políticas de regeneración urbana y, concretamente, por apoyar desde el sector público los proyectos de rehabilitación en nuestro parque de vivienda”.
José Mª Aierdi, vicepresidente de Navarra: “la rehabilitación es, hoy por hoy, la pieza clave para apostar por la recuperación de la ciudad consolidada, por seguir creciendo hacia dentro en nuestros desarrollos urbanos y por la revitalización de barrios y pueblos con alma”
Tras el balance quinquenal, Aierdi presentó además ayer las nuevas medidas que, con motivo de la apertura de las convocatorias para solicitar ayudas durante este año 2020, ha activado el Gobierno de Navarra para seguir profundizando en las estrategias de regeneración urbana. Entre las medidas activadas para este año destaca que, con efectos desde el pasado 1 de enero, las subvenciones concedidas por obras de rehabilitación protegida estarán fiscalmente exentas, siempre que se trate de perceptores con rentas inferiores a los 30.000 euros, cuando hasta ahora tributaban entre el 20% y el 25%, según la cuantía de la inversión.
Así, una familia que reciba, por ejemplo, 6.000 euros de subvención, tendría un ahorro fiscal de 1.200 euros, que se podría ampliar hasta los 3.500 euros en proyectos con más de 17.000 euros de presupuesto.
También en bloques de varios portales
Por otra parte, el Gobierno foral se ha propuesto incentivar y aportar asesoramiento técnico para seguir promoviendo proyectos por medio de la tramitación de Planes de Intervención Global (PIG), una figura que permite que las intervenciones de rehabilitación no se limiten sólo a una vivienda individual, sino que se acometan en edificios y bloques de varios portales, actuando como promotoras las propias comunidades vecinales. De esta manera, además de poder acometer proyectos de rehabilitación energética integral de los edificios más ambiciosos, facilitar la financiación y lograr una mayor optimización de las inversiones, las actuaciones repercuten en la regeneración de todo el barrio o el entorno urbano.
De hecho, el Gobierno de Navarra tramitó durante el pasado año 2019 un total de 11 Planes de Intervención Global, que afectaron a 3.417 viviendas de 114 portales de distintos barrios de Pamplona/Iruña, Zizur y Valle de Egüés/Eguesibar, con una inversión movilizada de más de 60 millones de euros. El 40% de estas intervenciones se produjeron en el marco del proyecto Efidistrict de regeneración energética de la Txantrea que pilota Nasuvinsa en este barrio pamplonés. El consejero Aierdi ha avanzado por lo demás la intención de su departamento de extender este modelo a cinco municipios de la Comarca de Pamplona, entre Ansoain/Antsoain, Barañáin/Barañain, Noáin /Noain, Cizur y Villava/Atarrabia.
Proyectos por comunidades vecinales
Asimismo - informa el Ejecutivo foral-, en el conjunto de las inversiones en rehabilitación de edificios y viviendas, los expedientes que se promueven colectivamente desde las comunidades de propietarios y propietarias, han crecido considerablemente en los últimos años respecto de los proyectos individuales. En concreto, y, según el Gobierno navarro, las viviendas que abarcaron los proyectos tramitados por comunidades fueron 1.936 hace cinco años 2014, mientras que el pasado año alcanzaron las 5.121. Entre las principales rehabilitaciones llevadas a cabo por las comunidades vecinales, el Gobierno foral destaca "las mejoras de la envolvente térmica del edificio y renovaciones de las instalaciones térmicas centralizadas o redes de calefacción del edificio", que conllevan "el consiguiente aumento de la calidad de vida de estas viviendas, mejora de su accesibilidad y ahorro en la factura energética".
El parque residencial de la Comunidad Foral tiene una antigüedad media de 54 años y más de la mitad de las viviendas fueron edificadas antes de 1980, mientras que aproximadamente 100.000 viviendas fueron construidas hace 50 años o más. Pues bien, estos datos han llevado al Departamento de Ordenación del Territorio y Vivienda del Gobierno navarro -ha explicado Aierdi- “a emprender una política de apoyo a la renovación de estos edificios, primando los criterios de eficiencia energética y accesibilidad, para recuperar y revitalizar los entornos urbanos y rurales”. El consejero ha recordado en ese sentido que “en Navarra disponemos de un sistema de ayudas a la rehabilitación, que rondan el 40% de la inversión movilizada, líder en el Estado”.
Una de las singularidades que ofrece Navarra -han destacado los comparecientes- es que las convocatorias para solicitar ayudas a la rehabilitación de viviendas permanece abierta todo el año y no es un procedimiento de concurrencia competitiva que dependa del monto de una partida concreta, de manera que ningún expediente queda excluido por que se presentara fuera de fechas o por estar limitada la partida presupuestaria. De este modo, se conceden todas las subvenciones solicitadas que cumplan los requisitos.
El Gobierno informa: requisitos para acceder a subvenciones
Entre las condiciones, la vivienda deberá contar con una antigüedad mínima de 25 años y estar destinada a domicilio habitual y permanente de la persona beneficiaria. En el caso de obras destinadas a personas discapacitadas, no es necesario que la vivienda tenga una antigüedad mínima. Las personas beneficiarias deberán tener ingresos familiares ponderados hasta 3,5 veces SARA, si bien en el caso de subvenciones a comunidades de propietarios no existe límite máximo de ingresos.
El presupuesto mínimo de la obra se ha reducido de 6.000 a 2.000 euros para poder acoger proyectos más reducidos y en todo caso las obras no se podrán iniciar hasta obtener la calificación provisional del expediente, cuyo trámite se inicia en las Oficinas de Rehabilitación de Viviendas y Edificios (ORVE) y delegaciones comarcales de Nasuvinsa, repartidas en distintas zonas de Navarra, cuyos profesionales ofrecen a toda la ciudadanía, de forma gratuita, asesoramiento técnico sobre los proyectos de rehabilitación e información sobre el trámite de los expedientes.
Las subvenciones que concede actualmente el Gobierno de Navarra se modificaron mediante la Ley Foral de Vivienda de 2016, que primó las políticas de alquiler y rehabilitación y, en este último caso, mejoró especialmente las condiciones de las ayudas que se destinan a viviendas de jóvenes de hasta 35 años, mayores de 65 años y personas discapacitadas.
El pago de las subvenciones está garantizado por el Gobierno de Navarra y se produce una vez finalizadas las obras, entre dos y tres meses más tarde, siempre que las obras se hayan ejecutado conforme al proyecto inicialmente presentado.
La socialista María Chivite fue investida el pasado 2 de agosto gracias a los votos favorables de esos tres partidos y de Izquierda-Ezkerra, que ha declinado entrar en el Gobierno, y así mismo gracias a la abstención de EH Bildu.
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