A finales de abril el Parlamento Europeo (PE) aprobaba la propuesta definitiva de modificación de las dos directivas que afectan a la producción y consumo de biocarburantes en la UE. Se estableció el tope del 7% para los procedentes de cultivos, que los proveedores hagan estimas de las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el cambio indirecto del uso de la tierra (ILUC en las siglas en inglés) y la Comisión Europea elabore informes al respecto, y la obligación por parte de los Estados miembros de establecer objetivos concretos de incorporación de biocarburantes avanzados.
El lunes pasado tuvo lugar la última reunión del Consejo de Agricultura y Pesca de la Unión Europea, durante la que se decidió adoptar la propuesta del PE, recordando que su “objetivo principal es iniciar la transición de los bicoarburantes convencionales a otros que proporcionan ahorros sustanciales de gases de efecto invernadero y establecer un marco legislativo claro para su producción, a la par que se protegen las inversiones existentes en el sector”.
Apuesta por el bioetanol
Desde la patronal europea del bioetanol, ePure, dan un peso importante al incremento del consumo de este biocarburante, en concreto en su presentación de E10, para cumplir con los objetivos planteados por la CE para la incorporación de renovables en el transporte. En España, y según denuncia la sección de Biocarburantes de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), el proyecto de real decreto de fomento de biocarburantes que ha presentado el Ministerio de Industria, Energía y Turismo ni ayudará a proteger las inversiones realizadas ni relanzará el consumo de bioetanol.
Alternativas a la senda hasta al 8,7% en 2020
Como ya adelantó este portal, APPA Biocarburantes rechaza tanto la senda para alcanzar el objetivo global del 8,5% en 2020 como la desaparición de los específicos y separados de bioetanol y biodiésel, principalmente porque va en detrimento del primero. El ministerio propone partir desde el 4,1% actualmente vigente hasta el 8,5% en 2020 con una evolución del 5% en 2016 y 2017, 6% en 2018 y 7% en 2019. APPA Biocarburante pide elevarlo hasta el 4,6% en 2015 y subir al 6% en 2016, 7% en 2017, 7,6% en 2018, 8,2% en 2019 y 8,7% en 2020.
En cuanto a la desaparición de los objetivos específicos para bioetanol y biodiésel, recalcan que, según la propia memoria del proyecto de real decreto, es altamente previsible que “vaya en detrimento de la cadena de producción de bioetanol”. “Esta medida pondría, por tanto, en peligro la sostenibilidad económica de las plantas productoras de bioetanol en España y los empleos directos e inducidos de este subsector (1.800 en España)" apostillan en APPA Biocarburantes.