“El presente real decreto establece, para los años 2016 y 2017, un objetivo global anual obligatorio de consumo y venta de biocarburantes del 5%, y para los años 2018, 2019 y 2020, unos objetivos del 6%, 7% y 8,5%, todos ellos en contenido energético”. Como demandaba la industria, principalmente para superar la incertidumbre sobre los porcentajes a incluir en gasóleos y gasolinas hasta 2020, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo (Minetur) ha hecho saber la hoja de ruta de los biocarburantes. Sin embargo, la misma industria ha reaccionado contrariada una vez visto el contenido de dicha hoja de ruta.
Para Manuel Bustos, director de la sección de Biocarburantes de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), la no incorporación de objetivos específicos de biodiésel y bioetanol en gasóleos y gasolinas, “es lo más grave de este proyecto, ya que se trata de un error mayúsculo que no tiene ninguna justificación y que podría tener graves consecuencias para la industria del bioetanol en España”. Esta industria es la que menor implantación tiene en España, debido al menor consumo de gasolina en el transporte, sin embargo, es la que más invierte en el desarrollo de biocarburantes de segunda generación. Si no se consignan objetivos obligatorios para el bioetanol, la patronal ve peligrar el futuro de estas instalaciones.
Ningún problema con el cumplimiento actual de obligaciones del bioetanol
“El ministerio no es solo de energía, también es de industria, y debería tener en cuenta las consecuencias que tendría para el sector”, recalca Bustos. Sin citarlo expresamente, algunas críticas del sector se dirigen directamente hacia las petroleras, que tradicionalmente se ha resistido a incrementar la incorporación de bioetanol en las gasolinas. APPA Biocarburantes recuerda que, según los datos provisionales referidos a 2014, el porcentaje obligatorio del 3,9% incluido en real decreto ley 4/2013 “se ha cumplido con creces y puede que ronde el 4,1%, casi sin necesidad de compra de certificados (por parte de las petroleras que no cumplen el objetivo mínimo) y sin ningún problema en la logística ni en los vehículos”.
A APPA Biocarburantes, que ve acertado el 8,5% de objetivo global para 2020, no le gusta la evolución de los porcentajes hasta ese año. Ahora mismo, también acorde con RD-ley 4/2013 de “apoyo al emprendedor y de estímulo del crecimiento y de la creación de empleo”, está establecido en el 4,1%, pero Bustos recuerda que “el pasado año la UE alcanzó el 5,15% y este año previsiblemente llegará al 5,5%, por lo que ya deberíamos estar en esta media comunitaria”. “Esto también afecta a la industria del biodiésel –añade el responsable de APPA Biocarburantes–, ya que su capacidad de crecimiento se verá mermada al no superar la obligación general del 5% ni este año ni los dos siguientes: 2016 y 2017”.
Se incluye el límite del 7% de biocarburantes de cultivos
Tras su publicación en el BOE el pasado jueves 18 de junio, se establece un plazo de quince días para que cualquier parte interesada presente alegaciones al proyecto de real decreto. En paralelo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha recibido el proyecto para que proceda a hacer el informe preceptivo sobre el mismo, teniendo en cuenta los pareceres de los miembros del Consejo Consultivo de Hidrocarburos. En este caso, el plazo para que se presenten las aportaciones es de veinte días.
La normativa sometida ahora a información pública se adelanta incluso en algunos aspectos a las nuevas directivas sobre biocarburantes de la UE, y hace suya la propuesta del Parlamento Europeo al respecto. Así, señala que “el porcentaje de biocarburantes producidos a partir de cereales y otros cultivos ricos en almidón, azúcares y oleaginosas y otros cultivos con fines energéticos en tierras agrícolas no podrá superar el 7% del consumo final de energía en el transporte en 2020”. También expone que “se podrá establecer un objetivo indicativo de venta y consumo de biocarburantes avanzados, a partir de residuso y algas, con un impacto reducido de cambio indirecto del uso de la tierra y con una elevada reducción global de emisiones de gases de efecto invernadero”.
El 1 de enero de 2016 tendrán que verificar su sostenibilidad
El proyecto no hace referencia a la definitiva puesta en marcha de la verificación de la sostenibilidad de los biocarburantes, paralizada precisamente por el RD-ley 4/2013, y básica para cumplir precisamente con las directivas europeas en vigor. No lo hace porque nos hemos enterado, a raíz de las consultas realizadas con respecto al nuevo real decreto, que el 30 de abril el Minetur pubicó una resolución que fecha en el 1 de enero de 2016 el fin de ese “periodo de carencia” para la aplicación de la verificación.
Según el texto de la resolución, “superadas las circunstancias coyunturales que motivaron la implementación del periodo de carencia para la aplicación del periodo transitorio para la verificación de la sostenibilidad de los biocarburantes y biolíquidos, y a la vista del compromiso ineludible con el medio ambiente, por medio del fomento de un uso racional y sostenible de los recursos naturales, resulta oportuno dar por finalizado el citado periodo”.
