El Sustainable Aviation Engagement Programme de Airbus habla principalmente de medidas de eficiencia energética aplicadas tanto al diseño de los aviones como al de las rutas y el tráfico aéreo. Sin embargo, para conseguir lo que llaman el Perfect Flight y minimizar el impacto ambiental de los vuelos la industria debe basarse en cuatro pilares: “una combinación ganadora que utilice la última tecnología en las aeronaves, las mejores operaciones en vuelo, la gestión optimizada del tránsito aéreo y combustibles de aviación sostenibles".
El portal de noticias EurActiv recoge en un extenso artículo (The greening of the airline industry) los momentos más destacados de la jornada de presentación del programa de Airbus en Toulouse (Francia), durante la cual se incidió más en el papel de los biocarburantes en la aviación comercial. Eileen Van Den Tweel, de KLM, recordó que “nos vemos obligados a utilizar la energía líquida, ya sea gasolina o biocarburante, pero estos deben ser una prioridad para la industria de la aviación”.
En el artículo se reconoce que, en comparación con el queroseno convencional, los biocarburantes pueden llegar a reducir entre un 50 y un 80% las emisiones de CO2, en función de la composición del biocombustible. Sin embargo, también recuerda que el precio sigue siendo un obstáculo: de 2,5 a 6 veces más caro que el precio del convencional, por lo que se sigue investigando en el aprovechamiento de biomasa residual e incluso desechos domésticos. En la actualidad, el aceite de cocina usado llena gran parte de los vuelos de prueba y comerciales actuales, como ya se avanzó en el Air Paris Show de 2012.