Cuando cursaba tercero del antiguo Bachillerato Unificado Polivalente, un gran profesor –uno de esos que brillan en la memoria– comenzó una clase espetándonos a los chavales: “sois unos asíntotas”. Nos miramos los unos a los otros, perplejos, más por el desconocimiento del término que por el extraño inicio de la lección. Como no todos han tenido la suerte de dar con un buen maestro de matemáticas –yo tuve poquísimos–, conviene apuntar que el Diccionario define asíntota como “línea recta que, prolongada indefinidamente, se acerca de continuo a una curva, sin llegar nunca a encontrarla”.
La maduración de una tecnología se suele representar con una curva descendente, llamada curva de aprendizaje, según la cual, cada vez que se duplica la capacidad de fabricación, el precio se reduce en una determinada proporción, llamada factor de aprendizaje. La curva de aprendizaje tiene al principio una pendiente pronunciada –se reducen costes rápidamente–, que se va aplanando hasta llegar a tener un comportamiento asintótico con una recta horizontal, indicativo de que los costes apenas pueden bajar ya. En el caso de la tecnología fotovoltaica, el factor de aprendizaje es altísimo, superior al 20%.
Tan excelente comportamiento tecnológico explica que el coste de producir electricidad con paneles solares haya bajado un 80% en el último quinquenio. Sin embargo, el precio actual de los paneles, tras desplomarse un 45% durante 2011, está artificialmente bajo, es decir, es notablemente inferior al que debería tener por su curva de aprendizaje. Baste decir que es menor al augurado por el Plan de Energías Renovables 2011-2020 para el final de la década.
La diferencia entre el precio que tiene el panel solar y el precio que, con ligeras oscilaciones, debería tener, se traduce en pérdidas para los fabricantes, que venden sin márgenes suficientes para sostener el negocio. Lo demuestra que casi cada semana lleguen noticias de empresas que quiebran o abandonan el sector: Solon, Applied Materials, Evergreen, Energy Conversion Devicies, BP Solar, Solyndra, Solarhybrid, Oerlikon, Photowatt…, Gadir Solar, DC Wafers, Pevafersa…
La sobrecapacidad industrial tiene la culpa de la situación: en 2011 se instalaron casi 30.000 MW en todo el planeta, pero la industria global puede producir, según dice, unos 60.000 MW. Aunque la cifra de capacidad real sea un tercio menor, el exceso de producción de paneles provocó un importante stock el año pasado, y la necesidad de dar salida a ese stock ha hundido los precios. El resultado es que prácticamente ninguna actividad de la cadena de valor fotovoltaica tiene una rentabilidad saludable.
En estas condiciones deben encuadrarse las justificadas acusaciones de competencia desleal de los fabricantes occidentales contra sus homólogos chinos; en 2011, el 50% de la capacidad europea estuvo ociosa, mientras que las factorías chinas y taiwanesas operaron al 70% de sus posibilidades y alcanzaron una cuota en el mercado global del 60%, por sólo un 10% de europeos y norteamericanos, según los datos de Navigant Consulting.
Las expectativas inmediatas no son buenas: la cotización bursátil de las 17 empresas solares de referencia de Bloomberg ha bajado un 68% en 2011 y se espera que 12 de ellas arrojen pérdidas este 2012. Ahondando en los problemas, la demanda global va a descender, como resultado de los recientes recortes a las ayudas en Alemania, Bélgica, España, Italia, Reino Unido y otros países de la UE, responsable del 65% del mercado total.
Por la coyuntura, muchos tienen la teoría de que el precio de los paneles solares se va a mantener artificialmente bajo y plano, con un comportamiento asintótico, por lo menos hasta que los procesos de fabricación sean más eficientes –recuperen la curva de aprendizaje– y las empresas que resistan vuelvan a obtener el indispensable beneficio.
Empero, hay varios analistas de prestigio que, basándose en el crecimiento que van a experimentar los mercados ajenos a la UE, no comparten esa teoría asintótica y afirman que los paneles van a seguir bajando: IMS research augura un 13% en 2012; Solarbuzz, entre un 40% y un 50% durante el próximo lustro. ¿Usted qué opina?