Aguas cenagosas (ER 75)

Tomás Díaz
Director de Comunicación de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF)
tdiaz@asif.org

Increíble. El tsunami fotovoltaico que atravesó España el pasado verano ha dejado más de 3.000 MW conectados a la red eléctrica. Inverosímil. Entre enero y septiembre de 2008 se ha instalado en la vieja piel de toro más potencia que todo el volumen del mercado solar mundial de 2007. Impresionante. En un año natural, sólo la fotovoltaica ha captado más inversiones de las previstas por el Plan de Energías Renovables 2005-2010 para todas las tecnologías. Apabullante.

Y dramático. Sobre todo, porque sólo hay un cupo de 500 MW para 2009. Con seis veces menos mercado –más una parálisis semestral por cambio regulatorio–, ya se han destruido más de 10.000 empleos desde septiembre y el ajuste no ha terminado. La resaca del tsunami sacude al Sector Fotovoltaico español y su onda expansiva llega mucho más allá de nuestras fronteras.

La prensa de Taiwan informa de que, durante el último trimestre de 2008, un 70% de los 350 fabricantes de módulos de la China continental, las empresas pequeñas y medianas, ha desaparecido por el hundimiento de la demanda. El dato, aunque sea probablemente exagerado, habla por si solo, deja bien patente lo globalizado que está el mercado solar y es muy alarmante por la dudosa validez de las garantías con que hayan respaldado sus ventas esas empresas.

Además, la crisis financiera se ha cebado con la fotovoltaica. Como depende totalmente de las ayudas públicas, es muy intensiva en capital y el capital escasea, los mercados desconfían: en 2008, las acciones de las empresas solares en Bolsa han perdido una media del 75% de su valor, frente al 35% de los demás sectores. Bien es verdad que ahora, con Obama apostando por el medio ambiente en EE UU, algunas cotizaciones están repuntando, pero tímidamente, porque entre las prioridades ecológicas a corto plazo de Obama no está la fotovoltaica.

La primera preocupación del nuevo Presidente es el paro; por eso, la partida energética del próximo plan de choque –más de 800.000 millones de dólares– va a invertirse en opciones que generan más empleo inmediatamente, como el ahorro o la eficiencia, quedando para más adelante el cumplir las promesas electorales. Por otro lado, las potentes medidas de apoyo a la iniciativa fotovoltaica privada que aprobó en septiembre el ex presidente Bush aún no ha podido aprovecharlas el mercado, de modo que las perspectivas para 2009 no son muy optimistas.

De un modo paralelo, la sobreproducción global de módulos comienza a llenar los almacenes. En China todavía hay un centenar de empresas de tamaño considerable y los grandes actores mundiales (Sharp, Q-Cells, First Solar…), que apuestan claramente por ganar volumen para bajar costes, van a inaugurar pronto factorías con capacidad de 1.000 MW anuales o más. Suntech, el mayor fabricante chino, acaba de hacerlo, mientras despedía entre 800 y 4.000 trabajadores, según distintas fuentes.

Con todas las prudencias del mundo –los 3.000 MW españoles son un paradigma del petardazo profético–, merece la pena apuntar que la consultora New Energy Finance augura una sobreproducción de 4.000 MW en 2009. Con Italia, Francia, Grecia y Corea del Sur en la reserva, Japón pensándoselo y EE UU con el abono comprado pero en barbecho, la modélica Alemania vuelve a estar en todas las quinielas como el gran mercado de referencia. Presumiblemente, los movimientos empresariales importantes llenarán las páginas de esta revista. El año 2008, el año en que España se convirtió en el primer mercado solar del mundo, ha sido un año excepcional, en muchísimo aspectos, que está pasando factura. El mejor deseo para el Sector Fotovoltaico español en 2009 es que consiga pronto la estabilidad que necesita para navegar por las aguas cenagosas de la resaca del tsunami, su febril mercado y la crisis económica.

tomás díaz

Aguas cenagosas (ER 75)