El campo solar de la planta será de colectores cilindro parabólicos (foto), con una superficie reflectante total de 130.000 metros cuadrados. Cada fila de colectores será de 150 metros de longitud, con una anchura de seis metros. Los colectores se ensamblarán in situ en una fábrica especialmente construida para ello. Se trata de la misma tecnología aplicada en la planta española de Andasol I, ubicada en Sevilla, y que entró en funcionamiento recientemente. Los componentes clave en ambos casos son de las compañías Schott Solar y Flabeg, también alemanas.
“La ubicación de la planta híbrida, que será erigida a orillas del río Nilo, donde se registra una irradiación media anual por metro cuadrado de 2.400 kWh, es ideal”, asegura Klaas Rühmann, director de la parte del proyecto de Flagsol, filial de Solar Millennium que trabaja en el proyecto junto a la constructora local, Orascom Construction Industries. Solar Millennium mantiene que servirá como modelo de referencia para la región, y señala que Argelia, Marruecos, Israel y los Emiratos Unidos de Arabia también están apostando por esta fuente de energía, con proyectos y propuestas sobre la mesa.
“El potencial es enorme”, dice Christian Beltle, presidente de Solar Millennium. “Ocupando un parte muy pequeña de desierto en el norte de África, las plantas solar-termoeléctricas no solo podrán satisfacer la creciente demanda de la región, sino también exportar energía limpia y económica a Europa”. Además, esta tecnología puede aplicarse para la desalación de agua, añade.
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