"De esta manera, el sistema eléctrico podría disponer de potencia renovable síncrona, gestionable y disponible a demanda. Es decir, la gestión alternativa del uso del almacenamiento energético sin sobrecoste al sistema eléctrico", señalan desde Protermosolar.
En España hay 870 MW de potencia firme proveniente de los sistemas de almacenamiento instalados en las centrales termosolares, cantidad equivalente a una central nuclear de un reactor de las que operan en España, con una capacidad de unas ocho horas a plena carga. Sin embargo, según señala la asociación, la regulación actual prácticamente insta a que cada una de las centrales descargue su sistema de almacenamiento tras la puesta de sol, independientemente de la necesidad del sistema en ese momento.
La propuesta de Protermosolar se limita como máximo a las 18 centrales termosolares con almacenamiento, validando este principio de funcionamiento durante al menos un año natural; y si fuese satisfactorio podrían analizarse esquemas futuros de funcionamiento sin incrementar el coste regulado de la tecnología.
Los principios que rigen un sandbox son tres: que haya una limitación en volumen, que estén limitados en el tiempo y que respeten el principio de sostenibilidad financiera del sistema eléctrico. Una gran ventaja de este sandbox propuesto por Protermosolar es que no requiere ninguna inversión adicional.
Desde la asociación explican que "basta con adaptar una forma de operar las centrales a una necesidad del sistema eléctrico, que redundaría en una reducción de la dependencia de combustibles fósiles cuando el mercado mayorista está más estresado". Esta forma de operar "podría limitarse o extenderse en el tiempo lo que fuese necesario y potencialmente podría ayudar a la reducción del precio de la energía en las horas punta de la tarde para los consumidores", añaden.
Protermosolar considera que es acertado establecer convocatorias particulares y, en su caso, determinadas exenciones de las regulaciones del sector, sin perjuicio del principio de sostenibilidad económica y financiera del sistema eléctrico, para acelerar la transición energética y la descarbonización del sistema eléctrico.
España cuenta con una potencia instalada en energías solar termoeléctrica de 2.300 MW, que supone aproximadamente un tercio de la capacidad mundial. Además, las empresas españolas de este sector están presentes en más de tres cuartas partes de todos los proyectos del mundo.