Protermosolar ha hecho público un comunicado en el que se asegura que los cambios “podían haber causado daños irreparables a las inversiones realizadas hasta ahora por la empresas y haber terminado con la posición de liderazgo internacional en este sector que ostenta nuestra industria. Además, esa enmienda energética hubiera tenido impactos muy negativos en el empleo y en la imagen de nuestro país como lugar con seguridad jurídica para las inversiones”.
El presidente de Protermosolar, Valeriano Ruiz, ha afirmado en declaraciones a Energías Renovables, que “se ha conseguido un éxito importante, pero que el tapón está en el mismo sitio que estaba y quien tiene que quitar el tapón es la misma persona”. El comunicado de la asociación de la industria termosolar asegura “esperar del Gobierno español que los proyectos de las empresas que han iniciado el proceso de instalación de plantas termosolar en nuestro país tengan un marco normativo estable y favorable, y que los intereses privados de los sectores energéticos convencionales ya consolidados no impidan el desarrollo de las empresas que han demostrado que pueden producir electricidad mediante fuentes renovables y recursos propios, valores añadidos de interés general”.
Durante los acontecimientos ocurridos en la última semana, asegura Protermosolar que ha podido comprobar el gran desconocimiento que existe sobre la realidad y la potencialidad de la industria solar termoeléctrica y “la inconsistencia entre los discursos políticos voluntariosos que dicen apostar por las energías renovables”.
Por último, abierto el debate sobre qué fuentes energéticas invertir para producir la electricidad que está demandando el futuro, Protermosolar ha planteado las siguientes reflexiones:
• Las tecnologías energéticas que aprovechan las fuentes de energías renovables son las únicas capaces de mantener el nivel de vida de los seres humanos sin condicionar negativamente nuestro entorno natural. Contribuyen además a la seguridad energética de los países y, por ello, será imparable su implantación.
• El proceso de incorporación de estas tecnologías al sistema energético implica el compromiso de todos en la primera fase de apoyo primando su progresiva implantación. Los apoyos irán disminuyendo a medida que se avanza en su desarrollo hasta llegar en poco tiempo a ser totalmente competitivas con las energías convencionales, y poder reemplazarlas en mayor medida.
• A diferencia de otras tecnologías de generación con energías renovables, la solar termoeléctrica, además de proporcionar estabilidad a la red, permite, gracias a la posibilidad de almacenamiento térmico y a la hibridación con otras formas energéticas almacenables, ajustarse en la generación de electricidad al ritmo del consumo con lo cual se mejora la gestionabilidad global del sistema.
• Los beneficios económicos y sociales (reducción de importaciones, exportación de tecnología y, sobre todo, empleo) que aportan a la economía de nuestro país superan las primas que reciben en esta fase inicial de implantación.
• Por el lado del medioambiente, la electricidad que se obtiene en las centrales eléctricas termosolares deben permitir que España cumpla sus compromisos internacionales con el protocolo de Kioto al evitar la generación de gases de efecto invernadero; cuando otras formas de generar electricidad mayoritarias todavía continúan emitiendo estos gases contaminantes.
• También hay que destacar que es la única forma de disminuir de manera efectiva nuestra dependencia energética del exterior, al día de hoy superior al 90 por ciento.
• Por último dejar claro que el sector solar termoeléctrico es un sector industrial y, absolutamente distinto de otros sectores renovables en donde si se han podido producir procesos especulativos. Los volúmenes de inversión para la construcción de las centrales termosolares comprometen a largo plazo los balances de las empresas que los acometen. Incluso la figura del promotor, aún cuando éste no ejecute finalmente la planta, es un elemento esencial en la cadena de valor para el desarrollo del emplazamiento y del proyecto en sus fases iniciales , y sus márgenes están automáticamente limitados por los constructores de las plantas.
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