"La termosolar ha reforzado durante el pasado año su posicionamiento como tecnología imprescindible para afrontar la transición energética, gracias al almacenamiento térmico del que estarán provistas todas las futuras centrales, que podrán comenzar a despachar a partir del atardecer reemplazando parte de la producción fotovoltaica y reduciendo la necesidad de respaldo fósil durante la noche", afirman desde la asociación del sector en un comunicado.
Protermosolar destaca que las actuales instalaciones termosolares, algunas de ellas con más de una década de operación, siguen operando sin dar señales de degradación e incorporando experiencias de funcionamiento que las hacen más eficientes.
La disponibilidad de emplazamientos y capacidad de sus empresas hace que "España cuente, a diferencia de otros países europeos, con la posibilidad de desplegar esta tecnología renovable, gestionable y con almacenamiento, que facilitará la consecución del objetivo de renovables y descarbonización previsto en el PNIEC a 2030", continua la asociación. Algo que se vería reformado si se "implantan sistemas de almacenamiento en aquellas centrales que actualmente no disponen de él o se hibridan algunas centrales con biomasa.
Aprovechar aún mejor el sol
Protermosolar señala, asimismo, que "incorporar el autoconsumo fotovoltaico en las centrales actuales incrementaría su producción síncrona y gestionable. Respecto a la flota futura, su despacho complementario a la fotovoltaica contribuiría a la integración de energía renovable en el sistema, optimizando las infraestructuras de transmisión, existentes y futuras, y contribuyendo a la estabilidad de la red".
La patronal explica que las nuevas centrales termosolares, provistas de grandes sistemas de almacenamiento y despachando la electricidad a partir del atardecer, aliviarían las rampas que provocarían diariamente la caída de producción de la fotovoltaica por la tarde y evitarían, en gran medida, las emisiones que, de otra forma, irían asociadas a la combustión de gas en los ciclos combinados.
Además, los tanques de almacenamiento de las centrales termosolares podrían utilizarse para captar los vertidos de las tecnologías eólica y fotovoltaica, evitando inversiones superiores a los 20.000 millones de euros en sistemas de baterías o nuevas instalaciones de bombeo. Las centrales termosolares podrían actuar incluso de reserva estratégica a disposición del operador del sistema para los momentos de máxima demanda al poder mantener una parte importante de su capacidad durante días, semanas o meses, para cuando fuese requerido con disponibilidad absoluta.
España cuenta actualmente con 50 centrales termosolares en operación. Esta tecnología da empleo a 5.200 personas y contribuye al PIB con cerca de 1.500 millones de euros (datos de 2018).