La patronal del sector, Protermosolar, considera que la necesidad de generación gestionable y de respaldo a tecnologías como la eólica o la fotovoltaica se ha convertido en un hecho incuestionable en España que aconseja que la planificación de la nueva capacidad renovable en el país incluya también potencia gestionable, como la termosolar. “Esta tecnología aporta un valor superior a las otras tecnologías fluyentes y, sin embargo, no puede competir con estas en las subastas cuando el precio del KWh es el único criterio”, destaca la patronal en un comunicado.
Protermosolar estima que, incluso con la posición adoptada por el gobierno de neutralidad tecnológica, las subastas deberían tener dos áreas diferenciadas: renovables con y sin almacenamiento. La termosolar podría, así, competir en igualdad de condiciones con sistemas de energía eólica con bombeo o centrales fotovoltaicas con almacenamiento en baterías.
“El escenario energético previsible en España apunta a que toda la nueva generación que se instale hasta 2030 será renovable. En un eventual contexto, sin consenso político para alargar la vida de las centrales nucleares y con fecha de caducidad para la generación con carbón, las centrales termosolares constituyen una pieza indispensable del mix de generación del país”, puntualiza Protermosolar.
Por eso, la patronal espera que las decisiones que se adopten para cumplir los objetivos de 2020 no estén basadas únicamente en el criterio del mínimo coste, sino en optimizar el valor de la nueva potencia para el sistema eléctrico en su conjunto y para el relanzamiento industrial del país.
Más de 5TWh de electricidad
Por segundo año consecutivo, las 50 centrales termosolares instaladas en España generaron más de 5 TWh de electricidad, que representó el 2,1% de la producción nacional total.
En 2016, en concreto, la generación eléctrica de estas centrales alcanzó los 5,1 TWh. Durante los meses de verano de 2016, la producción mensual se situó por encima del 4% y, en muchos momentos, representó más del 8% de la demanda instantánea. En julio se alcanzó un nuevo record puntual de contribución con un 9,4%.