El informe Renewable Power Generation Costs in 2020 (Costes de generación de energía renovable en 2020) demuestra que los costes de las tecnologías renovables siguieron registrando una caída interanual significativa. Los costes de generación de la energía solar fotovoltaica (FV) se redujeron un 7%; los de la eólica marina, un 9%; los de la eólica terrestre, trece puntos; y los de la solar termoeléctrica, un 16% (la termosolar, que ha sido así la tecnología que más ha abaratado sus costes, es además la única que ofrece respaldo al sistema, pues puede almacenar el calor del Sol durante el día en tanques de sales térmicas y liberarlo por la noche para generar electricidad entonces). Los costes de las renovables -destaca el informe- también son cada vez más bajos que los costes operativos actuales del carbón. Según la Agencia, así, las renovables de bajo coste "proporcionan a los países desarrollados y en desarrollo una justificación económica robusta para dejar de utilizar el carbón". Solo los nuevos proyectos de renovables que se adicionaron en 2020 -sostienen los autores del informe- ahorrarán hasta 156.000 millones de dólares estadounidenses a las economías emergentes durante su vida útil.
Francesco La Camera, director general de la Agencia Internacional de las Energías Renovables: “hoy en día, las renovables son la fuente energética más barata. Las renovables ofrecen a los países atados al carbón un atractivo plan para eliminarlo de manera económica que garantiza cubrir el aumento constante de la demanda energética, y, al mismo tiempo, ahorrar en costes, generar empleo, impulsar el crecimiento y cumplir su ambición climática. Me llena de optimismo que cada vez sean más los países que optan por impulsar sus economías con las renovables y seguir la ruta de Irena para alcanzar cero emisiones netas de aquí a 2050”
Según el informe de la Agencia, los proyectos de energías renovables que se añadieron el año pasado reducirán los costes del sector eléctrico en "al menos 6.000 millones de dólares estadounidenses por año en los países emergentes, frente a la agregación del mismo volumen de generación a partir de combustibles fósiles". Dos terceras partes de estos ahorros -concreta Irena- provendrán de la energía eólica terrestre, seguida de la hidroeléctrica y la solar fotovoltaica (FV).
Renewable Power Generation Costs in 2020
«Los 534 gigavatios de capacidad renovable agregada en los países emergentes desde el año 2010, a unos costes inferiores a los de la opción basada en carbón más barata, están reduciendo los costes de la electricidad en unos 32.000 millones de dólares estadounidenses al año»
Durante la década 2010-2020, la competitividad de las tecnologías solar y eólica -insisten los autores del estudio- ha mejorado "drásticamente, así como la de la termosolar, la eólica marina y la solar FV, todas uniéndose a la eólica terrestre en el rango de costes de la nueva capacidad basada en combustibles fósiles, a los que están desplazando cada vez más".
En diez años, el coste de la electricidad FV a escala de servicio público (utility) ha caído un 85%; el de la termosolar, un 68%; el de la eólica terrestre, un 56%; y el de la eólica marina, un 48%.
Con los precios de subasta actuales a unos niveles mínimos históricos de 1,1 a tres céntimos de dólar estadounidense por kilovatio hora, los costes de generación de electricidad de la solar FV y la eólica terrestre son "constantemente más bajos incluso que los de la nueva opción basada en carbón más barata sin ninguna ayuda financiera".
Hasta aquí, la generación; ahora, la OyM (operación y mantenimiento)
El informe de Irena también demuestra que las nuevas renovables superan a las centrales de carbón existentes en lo que a costes operativos se refiere, y hacen que la generación de energía a partir del carbón resulte cada vez menos rentable.
Los autores del estudio destacan por ejemplo que, en los Estados Unidos, 149 gigavatios (ó el 61%) del total de la capacidad basada en carbón cuesta más que el mismo volumen de capacidad nueva basada en renovables.
Más aún: retirar y sustituir estas centrales por renovables recortaría los gastos en 5.600 millones de dólares estadounidenses al año y generaría, según este informe, un ahorro de 332 millones de toneladas de CO2, reduciendo en un tercio las emisiones derivadas del carbón en los Estados Unidos.
En la India, 141 GW de capacidad instalada de carbón es más costosa que la nueva capacidad renovable. En Alemania, ninguna central de carbón existente tiene costos operativos inferiores a los de la capacidad nueva basada en la energía solar FV o la eólica terrestre.
Francesco La Camera, director general de la Agencia Internacional de las Energías Renovables: “hemos dejado muy atrás el punto de inflexión del carbón. Siguiendo el último compromiso alcanzado por el G7 de reducir a cero las emisiones netas y poner fin al financiamiento internacional del carbón a escala global, ahora le corresponde al G20 y a las economías emergentes adaptarse a estas medidas. No podemos permitir una doble vía para la transición energética en la que algunos países se tornan verdes con rapidez mientras otros siguen atrapados en el sistema pasado, que se basa en los combustibles fósiles. La solidaridad global va a ser decisiva, desde la divulgación tecnológica hasta las estrategias financieras y el apoyo a la inversión. Debemos asegurarnos que todos se beneficien de la transición energética”
A escala global, el coste de 800 GW (ochocientos mil megavatios) de energía existente basada en carbón es superior al de los nuevos proyectos de solar FV o eólica terrestre que se han puesto en marcha en 2021. Según el informe de Irena, retirar estas centrales supondría una reducción de los costes de generación energética de hasta 32.300 millones de dólares estadounidenses al año y evitaría alrededor de 3 gigatoneladas de CO2 al año, es decir, el 9% de las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía de 2020 o el veinte por ciento de la reducción de las emisiones necesaria de aquí a 2030 para la ruta climática de 1,5 ºC presentada por Irena en su informe World Energy Transitions Outlook (Perspectiva mundial de las transiciones energéticas).
La perspectiva al 2022 prevé una caída continuada de los costos de la energía renovable a escala global con los de la eólica terrestre situándose en un nivel entre el 20 y el 27 por ciento por debajo de los de la nueva opción de generación basada en carbón más barata. Los precios adjudicados al 74 por ciento de todos los proyectos de energía solar FV que se han puesto en marcha en los dos últimos años y que han sido contratados de forma competitiva por medio de subastas y licitaciones serán inferiores a los de los nuevos proyectos de generación energética a partir del carbón. La tendencia confirma que las renovables de bajo coste, además de ser la piedra angular del sistema eléctrico, también posibilitarán la electrificación en usos finales como el transporte, los edificios y la industria y permitirán una electrificación indirecta competitiva con hidrógeno renovable.
Entre los años 2000 y 2020, la potencia renovable de generación en todo el mundo se ha multiplicado por un factor 3,7, y ha pasado de los 754 gigavatios de principios de siglo a los 2.799 gigas actuales.