Las continuadas declaraciones del presidente de Iberdrola, replicadas por el altavoz patronal de las grandes eléctricas, UNESA, de paralizar el desarrollo del sector termosolar en España son de una irresponsabilidad sin límites y sus consecuencias podrían causar un terrible daño a la economía de Comunidades Autónomas del sur, que han encontrado en las centrales termosolares un importante elemento de generación de riqueza y de convergencia con otras regiones de España.
El presidente de Iberdrola conoce la positiva contribución que las termosolares están proporcionado a estas regiones y que ya hay 24 centrales en operación en Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha con 1200 empleos directos locales, cuya generación está contribuyendo significativamente al PIB de dichas regiones. Las inversiones acumuladas entre las centrales ya operativas y las otras 26 que se encuentran en construcción avanzada rondarán los 10000 M€. Según el informe macroeconómico realizado por Deloitte el sector empleó en 2010 a 24000 personas estando la mayor parte de la actividad concentrada en la construcción de las centrales en esos territorios. También sabe el presidente de Iberdrola que hay otras centrales presignadas esperando el arranque de la construcción y que en el horizonte del PER 2020 las regiones del sur de España serán las más favorecidas por este impulso industrial que les permitirá caminar hacia la convergencia con otras regiones de España.
Las centrales termosolares pueden ayudar a corregir los desequilibrios de desarrollo industrial motivados por injusticias históricas pero, posturas como la del presidente de Iberdrola lo podrían abortar.
El problema del déficit tarifario no está en las primas a las renovables que, por otra parte, ayudan a reducir los pagos al resto de generadores –nucleares, térmicas y ciclos combinados– sino los beneficios exagerados de las eléctricas que cobran por su generación en centrales súper amortizadas y sujetas a concesiones el precio que marca el ciclo combinado más caro en el pool a cada hora. Los beneficios de las eléctricas suponen al año mucho más que el incremento del déficit mientras que las renovables tenían hasta finales de 2010 un saldo neto, entre sus primas y la reducción de los precios del pool, de más de 9000 M€ de contribución a la reducción del déficit.
Las centrales termosolares recibieron primas por valor de 4, 22 y 185 M€ en los años 2008, 2009 y 2010 respectivamente, mientras que su aportación al PIB fue de 723, 1182 y 1650 M€ en dichos años. Claro que cuando estén funcionando los 2.400 MW preasignados en 2014 sus primas serán mayores pero, en ese momento, también lo será su contribución al PIB así como la rebaja inducida en los precios del pool, el ahorro de importaciones de gas y el ahorro en derechos de emisión. Los efectos positivos serán sin duda, en conjunto, mucho mayores que las primas de esos 2400 MW termosolares. ¿Se puede llamar a eso burbuja cuando su realidad coincidió con los objetivos del PER 2005-10 y el futuro PER 2011-20 prevé una instalación progresiva de unos 400 MW al año?
La verdadera burbuja
la verdadera burbuja, la burbuja energética más escandalosa que ha sufrido nuestro país en los últimos años es la burbuja de la instalación descontrolada de 27.000 MW de ciclos combinados en la que era la ambición desmedida de las eléctricas la que marcaba la planificación y no al revés como nos quieren hacer ver. El gas natural puede definirse como “la madre de todas las burbujas”. Ahora los directivos de Iberdrola y de otras grandes eléctricas que cometieron un grave error estratégico quieren vender al nuevo Gobierno que “su problema” es un problema nacional perjudicando a quien haya que perjudicar, a las regiones del sur de España en primer lugar y a todo el país en general, para que les salven sus cuentas de resultados y las agencias de calificación, que ya se están percatando del riesgo, no les bajen su solvencia.
Resulta curioso que quien quiso jugar a ser el líder termosolar en España, el presidente de Iberdrola, pero que fracasó, y que tanto se benefició de las primas a la eólica cuando estaba lejos de la competitividad, proponga ahora que se pare el sector termosolar, perjudicando de paso a un gran número de empresas españolas que desean mantener el liderazgo internacional ante un emergente mercado billonario en todo el mundo. También lo es que una persona con el currículo multinacional del presidente de UNESA se atreva a pedir medidas retroactivas que sitúen a España como un país bananero y espanten a los inversores extranjeros. Hay que ver lo que hace en un caso la agresividad empresarial “sin límites” y, en el otro, la obediencia debida.
Está claro que al presidente de Iberdrola no le importa que Andalucía, Extremadura o Castilla la Mancha salgan perjudicadas con la moratoria termosolar que solicita pero confiamos que al nuevo Gobierno si. Que ponga en un lado de la balanza las primas a la termosolar y en el otro la generación de riqueza en esas regiones, los empleos que se generan, la contribución a la haciendas autonómica y local, que contribuirá significativamente a reducir el déficit público, el posicionamiento internacional de empresas andaluzas del sector, la reducción de la dependencia energética, la mitigación del cambio climático, etc.
Esperamos que estos comportamientos empresariales desmedidos, a los que no les importa causar enormes perjuicios a muchas empresas, a muchas regiones y a un país entero, con tal de defender el dividendo de sus accionistas a toda costa y caiga quien caiga, no lleguen muy lejos por el bien de todos.