La Asociación Técnica Española de Galvanización (ATEG) lo tiene muy claro: "el acero galvanizado en caliente es un material eficiente, sostenible, duradero y, por tanto, idóneo para las instalaciones termosolares". Y es que, según ATEG, el galvanizado reduce "al mínimo los gastos de conservación del acero, pues es el sistema más eficaz contra la corrosión". Por eso, ATEG ha decidido incorporarse a la Asociación Española de la Industria Solar Termoeléctrica (Protermosolar). Lo hará hoy –en un acto que tendrá lugar en Madrid– con el objetivo de impulsar un mayor "conocimiento y uso del acero galvanizado en la industria termosolar".
ATEG define la galvanización en caliente como "el proceso de recubrimiento del hierro o el acero más fiable y económico para evitar la corrosión", fenómeno que experimentan estos materiales cuando se exponen a la atmósfera, agua y suelo. El galvanizado consiste en la formación de un recubrimiento de zinc sobre las piezas y productos de hierro o acero mediante inmersión de los mismos en un baño de zinc fundido a 450ºC. La reacción de galvanización solamente se produce si las superficies de los materiales están químicamente limpias, por lo que estos deben someterse previamente a un proceso de preparación superficial. Durante la inmersión en el zinc fundido, se produce una reacción entre el zinc y el acero, que tiene como resultado la formación de diferentes capas de aleaciones zinc-hierro.
59 años sin mantenimiento
Al extraer los materiales del baño de zinc, estas capas de aleación quedan cubiertas por una capa externa de zinc prácticamente puro. El resultado es un recubrimiento de zinc unido metalúrgicamente al acero, lo que le convierte en el material metálico más resistente y efectivo contra la corrosión, incluso en condiciones extremas de abrasión o golpes. Según ATEG, la durabilidad media del acero galvanizado sin mantenimiento es de 59 años. Y según la Asociación General Europea de Galvanización (EGGA), que ha publicado en 2011 una Declaración Medioambiental de Producto (Environmental Product Declaration-EPD) sectorial, el impacto medioambiental del acero galvanizado es "relativamente bajo" en comparación con el de otros sistemas de durabilidad más reducida, como, por ejemplo, los sistemas de protección a través de pintura.
Creada en 1965, ATEG cuenta con ochenta miembros, integrados por empresas galvanizadoras integrales y fabricantes a terceros, así como por asociaciones y empresas suministradoras de equipos, productos y servicios relacionados con la galvanización. El 71% de las empresas galvanizadoras en España forma parte de esta asociación. Según ATEG, la producción de acero galvanizado en el año 2010 en España ascendió a 612.731 toneladas, lo que representa un aumento del 6,26% con respecto a la producción del año 2009. Aunque la tendencia es creciente, la producción de acero galvanizado ha aumentado menos que la producción total de acero, que subió un 14% interanual, hasta 16,3 millones de toneladas.
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