El informe de la AIE explica que a medio plazo la energía termosolar se consumirá en los países del sur de Europa y se exportará gracias a las líneas de transmisión de alto voltaje en corriente continua, que tienen unas pérdidas muy reducidas. El destino de esa producción serán las naciones del norte de Europa e incluso, estima la Agencia Internacional de la Energía, se podrían “aprovechar los grandes niveles de radiación directa de los países de Oriente Medio y Norte de Africa (MENA) para promover el necesario desarrollo regional de dichas zonas, importando parcialmente la electricidad si se diesen las necesarias condiciones de estabilidad política”.
La AIE considera como un factor clave la flexibilidad de la energía solar termoeléctrica para adaptarse a la demanda mediante su capacidad de almacenamiento. Por ello prevé hasta el año 2050 un considerable aumento de la generación de electricidad mediante esta tecnología, así como una mayor presencia en el mix energético (ver gráfico).
Noventa minutos de radiación solar sobre la Tierra, asegura el libro presentado por la AIE, pueden satisfacer el consumo de todo el planeta durante un año entero. “Por ello si se aplican políticas de apoyo efectivas en los países soleados a las diferentes tecnologías -calentamiento de agua, generación fotovoltaica distribuida y centrales termosolares- se avanzaría en la resolución de los más urgentes problemas a los que se enfrenta la humanidad como la mitigación del cambio climático y la seguridad de suministro así como en el acceso universal a los estándares de calidad de vida”, asegura esta agencia internacional.
Sudáfrica se mira en el espejo español
En el acto de presentación del libro “Solar Energy Perspectives” estuvo presente el presidente de ESTELA, la asociación europea de la industria termosolar, y secretario general de Protermosolar, Luis Crespo, que protagonizó una conferencia sobre la situación de las centrales termosolares a nivel mundial. Crespo indicó que “al poner en marcha un programa de apoyo claro a medio y largo plazo (3-5 años) para la energía solar térmica, Sudáfrica puede crear la base para que la industria pueda establecer fábricas de componentes locales y la creación de un número significativo de puestos de trabajo al igual que ha sucedido en España. Desde 2008 hasta 2010 la industria española ha creado en torno a 24.000 puestos de trabajo”.
El aprecio por la tecnología española quedó claro cuando se anunciaron los dos únicos proyectos de energía solar termoeléctrica elegidos por Programa de Adquisiciones de Energía Renovables del gobierno sudafricano. En total 150 MW de todas las ofertas recibidas que corresponden a “dos proyectos de Abengoa, uno de 50 MW de torre y otro de 100 MW cilindro parabólicos, que marcarán el inicio de la industria de la energía solar térmica en Sudáfrica”, según las palabras de Pancho Ndebele, presidente de STELAworld y presidente de la asociación Sudafricana SASTELA.
STELAworld celebró en Durban su primer evento destacando las aportaciones que la energía termosolar puede realizar en temas como la lucha contra el cambio climático, la seguridad energética, creación de empleo, reducción de la pobreza, el desarrollo de infraestructura verde y las oportunidades de industrialización en las áreas con mejor radiación solar, la mayoría de los cuales se encuentran en los mercados emergentes, como Sudáfrica.
“La mayor parte del crecimiento futuro de la demanda de energía global se espera en los países soleados y la energía solar tiene el potencial de cambiar la vida de alrededor de 1.400 millones de personas en las zonas del cinturón solar donde actualmente la mayoría de la población no tiene acceso a la electricidad”, explicó Cedric Philibert desde la Agencia Internacional de Energía.
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