Manuel Romero, director adjunto de IMDEA Energía, explica que el campo de heliostatos (espejos que siguen en todo momento la posición del sol) consiguen concentrar 2.500 veces la radiación solar; esto es, tres veces más de la concentración utilizada en las torres solares comerciales habitualmente utilizadas para producir electricidad. "Este flujo tan intenso de energía solar, que ha sido verificado por el sistema de medida de flujo desarrollado para este proyecto por el Centro Aerospacial Aleman (DLR), permite que se alcancen temperaturas de más de 1.500 ºC en el interior del reactor solar que se ubica en la parte superior de la torre".
El reactor solar, que ha sido desarrollado por otro de los socios del proyecto, el ETH de Zúrich, produce gas de síntesis, una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono, a partir de agua y CO2 mediante un ciclo termoquímico de reducción-oxidación. Posteriormente, dicho gas se transforma en queroseno in-situ mediante una planta química de transformación gas-a-líquido, en su caso desarrollada por la empresa holandesa Hygear.
"Esta demostración tecnológica podría tener importantes consecuencias para el sector del transporte, especialmente para la aviación de larga distancia, así como para el sector naval, pues dependen totalmente del repostaje de combustibles líquidos”, ha anunciado el coordinador del proyecto, Andreas Sizmann de Bauhaus Luftfahrt, durante la visita que han realizado esta mañana los integrantes del consorcio europeo a la planta de Móstoles. “Ahora estamos un poco más cerca de vivir en un sistema basado en la generación energética renovable en vez de quemar nuestra herencia energética fósil. Se trata de un paso necesario para proteger nuestro medio ambiente.”
Sun-to-Liquid ha partido de otro proyecto europeo precedente, denominado Solar-Jet, que desarrolló la tecnología de base y se realizaron los primeros ensayos de producción de combustible de turbinas de aviación a escala de laboratorio. Ahora, Sun-to-Liquid ha llevado a cabo el cambio de escala de la tecnología para la realización de los primeros ensayos con radiación solar real en una torre solar.
Comparado con los combustibles de turbinas de aviación de origen fósil, las emisiones netas de CO2 a la atmósfera se pueden llegar a reducir en más de un 90% utilizando el "queroseno solar" obtenido. Además, dado que el proceso solarizado utiliza recursos abundantes y que no compiten con la producción de alimentos, se puede aplicar para cubrir la futura demanda mundial de combustible sin necesidad de remplazar la actual infraestructura de distribución, almacenamiento y utilización del combustible líquido.
El proyecto tiene una duración de cuatro años y recibe financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea y de la Secretaría de Estado de Educación, Investigación e Innovación de Suiza (SERI). Se inició en enero de 2016 y finalizará el 31 de diciembre de 2019. En el consorcio se congregan centros de investigación y empresas europeas del ámbito de la producción termoquímica de combustibles solares, como ETH Zúrich, IMDEA Energía, DLR, Abengoa y HyGear Technology & Services B.V. El coordinador del proyecto, Bauhaus Luftfahrt e.V., es también responsable de análisis tecno-económico de la tecnología. Arttic apoya al consorcio de investigación en las labores de gestión y comunicación.