El objetivo del proyecto WaSCoP (Water Saving for Concentrated Solar Power) es desarrollar "soluciones innovadoras para el ahorro de agua en centrales termosolares" (soluciones de ahorro de agua en lo que se refiere a la refrigeración y soluciones de ahorro en limpieza). Enmarcado en el programa europeo Horizonte 2020, WaSCoP, que concluirá a finales de 2019, es un proyecto que cuenta con un presupuesto de casi 6 millones de euros y en el que está trabajando un consorcio que incluye a universidades, pequeñas y medianas empresas (pymes), industrias y centros tecnológicos, como IK4-Tekniker.
El trabajo de este centro tecnológico vasco se está centrando concretamente en la gestión de las estrategias de la limpieza de las superficies ópticas (grosso modo, una central termosolar opera de la siguiente manera: la luz es reflejada en espejos, que son enfocados todos hacia un mismo punto, punto en el que se incrementa mucho la temperatura, temperatura con la cual la central producirá electricidad). Pues bien, IK4-Tekniker está asesorando a los distintos socios involucrados en el proyecto, y ha aportado tres soluciones de ahorro concretas en lo que se refiere a la limpieza. La primera solución desarrollada por el centro es un recubrimiento a adherir a la superficie del espejo que evita que la suciedad se deposite en la misma. De esta manera -aseguran desde IK4-, se consigue reducir el consumo de agua entre un 50 y un 75% respecto a la necesaria para limpiar un espejo convencional. Todo ello, sin modificar las propiedades ópticas del espejo.
La segunda solución adoptada por el centro tecnológico es el desarrollo de un sensor de bajo coste que permite identificar en tiempo real el nivel de suciedad y la necesidad de limpieza del espejo. Al ser un sensor de bajo coste -explican desde el centro-, se puede ubicar en lugares estratégicos de la central, teniendo un control exhaustivo de qué áreas son más susceptibles de limpieza.
La tercera solución consiste en un sistema de ultrasonidos de no inmersión, generando una cavitación de agua, permitiendo el arrastre de la suciedad y consiguiendo recuperar en un 98% la reflectancia inicial del espejo reduciendo el consumo de agua en seis veces.
IK4-Tekniker explica
La ventaja de la primera solución respecto a las existentes en el mercado -explican los investigadores de IK4- es la durabilidad del recubrimiento, ya que en la actualidad no hay recubrimientos que superen un año de vida en las centrales termosolares. "Para el desarrollo de esta solución, IK4-Tekniker trabaja tecnologías clave como Sol Gel para aportar la funcionalidad de anti-suciedad a los espejos. Para ello, se ha modificado la superficie, se ha caracterizado y se ha validado".
IK4-Tekniker presume de estar especializada en el desarrollo íntegro de "dispositivos sensores miniaturizados que funcionan de manera autónoma, con una operación robusta". En ese sentido, la segunda solución desarrollada -el sensor que identifica el nivel de suciedad- "tiene la ventaja -explican desde este centro tecnoloógico- de ser compacto e integrable, de bajo coste, de alta sensibilidad y, además, de estar dotado de sistemas de comunicaciones que le permite intercambiar información estandarizada con otros sistemas o dispositivos".
La tercera solución adoptada por IK4-Tekniker, el sistema de limpieza ultrasónica, además de llevar a cabo la limpieza de espejos en los campos solares, puede ser aplicada sobre multitud de superficies como pavimentos o fachadas, "lo que augura -apuntan desde IK4- un interesante recorrido en empresas de diversos sectores, como el del mantenimiento urbano o el industrial, que desarrollan dispositivos de limpieza y producción de componentes de grandes dimensiones con un consumo de agua muy reducido".
Para comprobar la eficiencia de las soluciones, al igual que los beneficios medioambientales obtenidos (económicos), los sistemas desarrollados -informa IK4-Tekniker- se demostrarán "de manera preliminar en laboratorio: a continuación, se ensayarán y validarán en condiciones reales en la Plataforma Solar de Almería (PSA-Ciemat) y posteriormente en la central termosolar NOOR, ubicada en Ourzazate, Marruecos.
