Ángel Vadillo se ha marchado a su pueblo. Ha abandonado el “campamento” frente al Ministerio de Industria para anunciar entre sus paisanos que no ceja en su empeño de que se construyan las plantas termosolares previstas antes de la moratoria renovable. Por ello ha decidido extremar su protesta y ponerse en huelga de hambre. Ha anunciado que lo hará el próximo lunes y concede de plazo hasta el 10 de junio al ministro de industria, José Manuel Soria, para que cambie la dirección de su política.
En concreto Ángel Vadillo plantea tres escenarios posibles para no llevar a efecto la huelga de hambre. De lo particular a lo general el primero sería que el Ministerio de Industria permitiera y apoyase los proyectos termosolares de Alburquerque con fecha y plazo concreto para el comienzo de las obras. El segundo, que se haga una excepción con Extremadura y Alburquerque al Real Decreto-ley 1/2012 (el de la moratoria renovable) que autorice la realización de los proyectos de energías renovables. Y por último, que el gobierno propicie un marco legislativo estable que permita el desarrollo de las energías renovables.
Ángel Vadillo finaliza su carta a José Manuel Soria advirtiendo al ministro que “comenzaré una espera pacífica en huelga de hambre indefinida en el Ministerio, y que solo terminará de forma adecuada, con acuerdo sobre uno de los tres puntos antes mencionados o con un desenlace nada deseado para mí, y que no me parece que lo deba ser para Ud., pero por lo que yo estoy dispuesto a pasar por mi pueblo y su gente, no le quepa duda”.
El alcalde de Alburquerque recorrió 639 kilómetros a pie desde su pueblo hasta la puerta del Ministerio de Industria y allí ha permanecido para denunciar el desastre socio-económico que supone para el municipio que preside la moratoria renovable. Buena parte del sostenimiento económico, de empleo y de desarrollo municipal se basa en la construcción y puesta en funcionamiento de cinco plantas termosolares, según ha explicado en diversas ocasiones.