La Iniciativa Industrial Desertec (Dii, por sus siglas en inglés) ha respondido a las preocupaciones que giran en torno a su futuro tras la salida de E.ON y el socio Bilfinger en abril. Estos movimientos se produjeron tras la pérdida de otros dos nombres alemanes de relevancia, Bosch y Siemens el año pasado.
"En Alemania hay muchos artículos sobre el 'éxodo alemán' pero creo que esto no tiene ningún sentido", declara Klaus Schmidtke, responsable de comunicaciones en la Dii."Si miramos hacia Siemens o Bosch, estas empresas decidieron cancelar su negocio solar porque para ellos no tenía sentido participar".
Las últimas salidas han llegado mientras la Dii pasaba de ser una asociación temporal a una permanente con un mayor enfoque hacia la creación de oportunidades de desarrollo de energía renovable en Oriente Medio y el Norte de África (MENA, por sus siglas en inglés).
Al mismo tiempo, Schmidtke señala que la organización se ha visto perjudicada por la percepción de que estaba principalmente destinada a impulsar proyectos en MENA para las empresas miembro. "Esto no es cierto porque la Dii nunca tuvo que ejecutar proyectos —declara—. Lo que siempre dijimos es que desempeñaríamos un papel de facilitador".
Sin embargo, la falta de una cartera de proyectos clara en MENA y la mayores oportunidades para el desarrollo de proyectos energéticos cercanos al hogar parecen ser factores que hay detrás de estas últimas salidas.
Markus Nitschke, del departamento de comunicaciones corporativas y asuntos políticos de la empresa de servicios públicos, comenta lo siguiente acerca de la decisión de E.ON.: "Apoyamos el diseño de esta estrategia con mucho esfuerzo desde el principio". "El motivo de nuestra retirada es que ahora nos estamos centrando en nuestros proyectos. Actualmente, nos interesan los proyectos eólicos terrestres y marinos así como la energía solar. Hay un proyecto de CSP en España en el que estamos participando. Este seguía siendo el único. No se planificó ningún otro".
Captar la atención
De todas maneras, aunque parece que la Dii llama menos la atención de algunas empresas alemanas, todavía atrae a algunos participantes internacionales que desean entrar en la región MENA.
Schmidtke indica que los demás fundadores de la iniciativa han votado por seguir participando mientras la organización avanza y más de 10 empresas están manteniendo conversaciones sobre la gestión de más de 125 000 EUR o 75 000 EUR al año por derechos de socio asociado o accionista.
Asimismo, señala que tampoco es correcto hablar sobre un éxodo alemán. "Si se analizan las empresas que hay en nuestra red, el 30 % o 40 % son de Alemania", señala. "En un principio, había una clara mayoría de empresas alemanas pero, obviamente, Desertec es muy internacional. Por tanto, Alemania no es lo más importante que hay dentro de la Dii".
Schmidtke también quiere disipar los malentendidos que existen en torno al coste del proyecto. El mes pasado, Reuters señaló que "críticos como el responsable de la Agencia Alemana de Energía han dicho que el proyecto Desertec, con un presupuesto esperado de 400 000 millones de EUR, es demasiado caro para ser práctico, entre otras objeciones".
La cifra no procede de la Dii, según indica Schmidtke, sino de un informe del Centro Aeroespacial Alemán (DLR, por sus siglas en alemán) de 2005. "Esta cifra fue muy engañosa desde el principio —señala—. En realidad, nosotros no tenemos 400 000 millones de EUR".
Lo que sí parece que está ocurriendo es que la Dii está restando importancia al grandioso plan original de Desertec de enviar energía de la región MENA a Europa.
Agria división
Este fue uno de los asuntos que condujo a la agria división entre la Dii y la Fundación Desertec el pasado año y parece que ha sido un punto conflictivo para los miembros de la iniciativa que buscan un rápido retorno de sus aportaciones de afiliación.
Por ejemplo, Nitschke, de E.ON, declara lo siguiente: "Respecto a Desertec, había un interés por importar energía limpia en combinación con el suministro de las regiones de África. Entretanto, al situación ha cambiado completamente. A menudo hay mucha más energía renovable que se ofrece de la que se necesita". Schmidtke añade: "El tema de exportar energía a Europa estaba muy sobrestimado. Producir electricidad para la demanda local en el norte de África y en Oriente Medio es una prioridad porque la demanda está incrementándose. "Europa podría beneficiarse de esto en el futuro pero no es necesariamente para el desarrollo de energía renovable en MENA".
Por ahora, la Dii está dispuesta a promover sus esfuerzos para ayudar a que los mercados de energía renovable crezcan en MENA. La Iniciativa defiende que en el 40 % de los proyectos de MENA actuales participan miembros de la Dii. Asimismo, está ansiosa por destacar sus esfuerzos en países como Argelia, donde Schmidtke indica que la organización desempeñó un papel fundamental a la hora de ayudar al desarrollo de una estrategia nacional de energía renovable.
La prueba de esto es que, según comenta, se han ubicado las primeras dos plantas de fotovoltaica solar con varios megavatios en los emplazamientos propuestos por la Dii. En ese caso, desarrolladores que no participan en la Dii obtuvieron los proyectos. "Para mí, es una señal de transparencia", comenta Schmidtke.
"Creo que la Dii tiene muy buena reputación en países como Argelia y Marruecos. En nuestro caso, es sencillo hablar de estos países porque no tenemos ningún interés comercial directo pero podemos ofrecer mucha experiencia".