La pionera instalación empezó a funcionar a pleno rendimiento ayer, 6 de octubre, y está situada en la granja Sundrop (Port Augusta), un complejo de agricultura sostenible en el mundo árido que cuenta con 20.000 m2 de invernaderos. Pero, según informa Aalborg CSP en su página web, a diferencia de la mayoría de las instalaciones de producción de alimentos, los invernaderos de Sundrop Farms no dependen de los combustibles fósiles y de los recursos de agua dulce. En su lugar, utilizan la luz solar y el agua del mar para cultivar las hortalizas, fundamentalmente tomates.
Para atender las necesidades energéticas y de agua de la granja, la firma danesa desarrolló un sistema CSP capaz de aportar tanto electricidad como agua desalinizada y climatizar al mismo tiempo los invernaderos. La energía la generan los 23.000 helióstatos instalados en el suelo del desierto, que recolectan los rayos del sol y los proyectan a la cima de una torre solar de 127m de altura.
La alta radiación concentrada genera elevadas temperaturas, que se utilizan con tres fines: calentar los invernaderos durante el invierno y en las noches frías de verano; proporcionar agua fresca mediante desalación (el mar está a 5 km de la granja); y para poner en marcha la turbina de vapor donde se genera la electricidad. La producción de energía se adapta a las necesidades estacionales de los invernaderos y se equilibra durante todo el año para lograr los costos de energía más bajos posibles.
“Este Sistema Integrado de Energía es el primero de su tipo en el mundo y cambia la manera de pensar en la producción de energía. Es una forma inteligente y sostenible de hacerlo, adaptado a las diferentes necesidades de energía en esta zona remota” explica Svante Bundgaard, CEO de Aalborg CSP. El sistema evita la emisión de hasta 16.000 toneladas de CO2 al año (equivalentes a 3.100 coches retirados de las carreteras en un año).