Según datos de la Agencia Internacional de Energía (EIA), en EEUU hay 1.777 MW de potencia termosolar instalada y operativa, repartida entre tres estados: California, Arizona y Nevada. Crescent Dunes se localiza en este último y es la segunda termosolar del país en utilizr la tecnología de torre central (un receptor recibe la luz reflejada por millares de helióstatos) para generar electricidad. La primera fue la planta Invanpah, de 400 MW, situada en California.
Crescent Dunes se localiza cerca de Tonopah (Nevada) y tiene una potencia instalada de 110 MW. Emplea sal fundida como sistema de almacenamiento de la electricidad, pudiendo operar 10 horas de manera ininterrumpida en ausencia de luz solar. El desarrollador de la planta, SolarReserve, espera que genere más de 500.000 MWh al año, lo que equivale al 1,3% de la generación de electricidad producida en Nevada en 2015. Suministrará electricidad al al equivalente de 75.000 hogares estadounidenses.
La española ACS Cobra ha participado en la construcción de esta instalación, que no cuenta con ningún sistema de energía fósil de respaldo. Su construcción ha generado 4.300 empleos, entre directos e indirectos, durante su construcción.
Hasta diciembre de 2015, la tecnología CSP aportó el 8% de la generación eléctrica de origen solar en EEUU. La solar FV a gran escala generó el 53%, y la solar FV distribuida otro 38%. Se espera que en 2017 entren en operación en EEUU otras dos plantes termosolares más.