El proyecto MACCSOL (The Development and Verification of a Novel Modular Air Cooled Condenser for Enhanced Concentrated Solar Power Generation) comenzó en 2010 y ya ha conducido al desarrollo de un nuevo 'Condensador modular refrigerado por aire' (MACC) para su uso en plantas de energía solar por concentración (CSP). Presupuestado en 5,7 millones de euros, el proyecto cuenta con una financiación de la UE con 4 millones de euros.
MACC incluye sensores capaces de detectar los cambios en la temperatura, el viento y la velocidad del flujo del ventilador, según informa el boletín digital Madrid+d, que se hace eco a su vez de la información aportada por Cordis, el portal sobre I+D de la UE. Estos datos se introducen en algoritmos que regulan de forma constante la velocidad del ventilador del sistema. De esta forma se puede mantener una temperatura y una presión óptimas en el condensador con independencia de las condiciones ambientales.
La dirección del consorcio corre a cargo de la Universidad de Irlanda en Limerick e incluye cuatro socios industriales, entre los que se encuentra Torresol Energy (del que la española Sener posee el 60%), que colaboran para evitar el consumo de agua en los sistemas de refrigeración de las centrales de CSP y al mismo tiempo reducir el coste del ciclo de vida completo de los sistemas de refrigeración en seco. De acuerdo con los coordinadores del proyecto, el nuevo MACC permitiría aumentar la producción neta de energía de estas centrales y ahorrar costes. Además, la naturaleza modular del MACC ayuda a reducir considerablemente su coste de instalación y mantenimiento.
Si todo resulta acorde con lo previsto, el proyecto, que concluye en 2015, impulsaría las instalaciones de concentración solar, incluso en zonas desérticas con escasez de agua, y contribuiría a reducir los costes de la generación eléctrica. Los investigadores de MACCSOL entienden que su sistema es capaz de reducir el coste de la producción energética en un 2% por kilovatio hora en comparación con los sistemas de refrigeración en seco ahora existentes.
También se reducen las emisiones de CO2: las estadísticas actuales apuntan a que cada gigavatio generado por energía solar de concentración, incluso mediante los sistemas de refrigeración actuales, reduce dichas emisiones en cerca de 273 toneladas.