Los sistemas eléctricos de todo el mundo no cesan de crecer por la vía renovable. Así, cada vez hay más potencia eólica y solar fotovoltaica en Estados Unidos y en Japón; en Australia y en México; en Suráfrica y en Chile; en el Golfo Pérsico y en Marruecos; en la India y en Alemania. Más potencia renovable, en fin, en todas partes. Almacenar esa energía –a veces sopla el viento cuando no lo necesitamos- se está convirtiendo así en todo un desafío (1) para los operadores de los sistemas eléctricos, que deben casar la oferta y la demanda, y (2) para los productores, que quieren optimizar sus inversiones y/o no desperdiciar ni un solo megavatio hora producible. Pues bien, en ese escenario, cada vez más presente en todas partes, la termosolar se presenta como solución de almacenamiento.
Y es que las centrales termosolares pueden acumular el calor del Sol en grandes tanques de sales (que funcionan como una pila que absorbe ese calor durante el día) y liberarlo por la noche para generar con él la energía eléctrica que entonces necesitamos. Según la Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar (Protermosolar), que ha analizado los datos recopilados en el Global Energy Storage del DOE (Department of Energy de Estados Unidos), España es a día de hoy Top 1 del mundo en almacenamiento de energía mediante nuevas tecnologías. Y lo es gracias a la termosolar que, tras la gran hidráulica, es “la tecnología líder en almacenamiento para generación eléctrica renovable”.
Por delante de dos gigantes: Estados Unidos y China
Según los datos facilitados por Protermosolar, las centrales termosolares con almacenamiento en España cuentan con 6.850 megavatios hora (MWh) de capacidad de almacenamiento eléctrico en dieciocho instalaciones (18). Tras España, contando tecnologías de baterías y de centrales termosolares, figuran Estados Unidos, con 5.200 MWh, Suráfrica, con 2.600 MWh y China, con mil megavatios hora (1.000 MWh). A nivel mundial –continúa Protermosolar-, la capacidad de almacenamiento de centrales termosolares en operación y en construcción asciende a 22.150 MWhe, “mientras que el resto de tecnologías, incluyendo baterías, están en un escalón muy inferior, ya que todas ellas agrupadas llegan tan solo a 6.600 MWhe”.
Protermosolar critica en su comunicado, veladamente, a la consultora GTM Research, que ha publicado recientemente un estudio en el que estima que la capacidad de almacenamiento de energía llegará en 2022 a 21.600 MWh, “olvidando –apunta la asociación española- la tecnología que en estos momentos y muy probablemente a futuro liderará el almacenamiento de energía para fines eléctricos”. Protermosolar recuerda además que “la tecnología de sales fundidas para fines de generación eléctrica está, a nivel mundial, muy por encima de otras alternativas como, por ejemplo, las baterías”.
La más competitiva en todos los precios
La termosolar –señalan desde la Asociación- es “la única renovable gestionable, con unos precios que están en la actualidad entre 50 y 60 euros por megavatio hora (€/MWh), según lo demuestran los contratos adjudicados en recientes concursos internacionales”. El almacenamiento en centrales termosolares –explica Protermosolar- tiene unos costes de inversión “de unos cuarenta euros el kilovatio hora (40 €/kWh) de capacidad eléctrica equivalente instalada, mientras que los sistemas de baterías, teniendo en cuenta el battery pack y el balance of system, están 10 veces por encima en precio”.
La termosolar, además, se postula para almacenar energía eólica en aquellos momentos en los que sopla mucho el viento y la demanda es baja. En ocasiones, el operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España, se ve obligado a mandar parar los aerogeneradores porque la demanda es escasa y es mucho más difícil parar una nuclear (la tecnología nuclear es más lenta a la hora de volver a arrancar y por eso se opta por mandar parar a las eólicas). Así, hay noches en los que la demanda es muy baja, la oferta eólica, demasiado elevada, y, al final, hay que parar los molinos.
Pues bien, la termosolar se postula para almacenar esa electricidad
Con una inversión mínima –apuntan desde la Asociación-, las centrales termosolares podrían instalar tubos carcasa en cuyo interior habría resistencias eléctricas que calentarían las sales esas noches de mucho viento. O sea, que las termosolares podrían utilizar esa electricidad que ahora no puede producir la eólica para calentar las sales (almacenando así esa electricidad) y producir luego con ellas electricidad a demanda. Esa solución de almacenamiento, dado el actual parque de centrales termosolares españolas dotadas con tanques de sales, es infinitamente más barata –apuntan desde la Asociación- que la puesta en marcha de sistemas de baterías que ofertasen una capacidad equivalente.
En realidad, esa línea de trabajo ya está siendo recorrida en otros lugares del mundo. Protermosolar pone el ejemplo de Dubai: “en el reciente concurso de Dubai de 700 MW de potencia para ser despachada entre las 4 de la tarde y las 5 de la mañana del día siguiente, la tecnología fotovoltaica no pudo competir por falta de producto y precio y la termosolar resultó adjudicataria por ser más barata que los ciclos combinados. Hoy por hoy –continúa Protermosolar-, las centrales termosolares constituyen la tecnología más competitiva para centrales de tamaño comercial con varias horas de almacenamiento”.
Así, la Asociación estima que “el despliegue termosolar a futuro contará exclusivamente con centrales con almacenamiento y países como China y Dubai serán los nuevos líderes mundiales en almacenamiento de energía en breve plazo, gracias a los 1.400 MW y 700 MW, respectivamente, que están en construcción en la actualidad”.
Según el presidente de Protermosolar, Luis Crespo, “es difícil de entender que, con estas referencias, y con los costes a los que las centrales termosolares podrían desplegarse en nuestro país, es difícil entender –digo- que la Comisión de Expertos no haya tenido en cuenta a la termosolar en el futuro mix de generación, que la propia comisión ha previsto cuente con 80.000 MW de tecnologías renovables no gestionables, lo que resultará inviable tanto desde el punto de vista técnico como de inversión y obligaría al mantenimiento de un respaldo muy elevado de centrales convencionales, contradiciendo en sus términos el concepto de Transición Energética”. Por todo ello, “es necesario –ha dicho Crespo- un mix equilibrado de tecnologías solares (fotovoltaica y termosolar) que permita avanzar más rápidamente hacia la descarbonización, sin incremento de costes para el sistema, con generación fotovoltaica en las horas centrales del día y de termosolar en la tarde-noche, gracias a su almacenamiento y capacidad de respaldo”.
Acerca de Protermosolar
Protermosolar se define como la asociación que representa al sector español de la industria solar termoeléctrica y está integrada por 50 miembros. La potencia instalada en España es de 2.300 MW y la contribución de las empresas españolas en los mercados internacionales es, según datos de Protermosolar, de alrededor del 75%.
Luis Creso es presidente de Protermosolar y, así mismo, de Estela, la Asociación Europea de la Industria Solar Temoeléctrica (European Solar Thermal Electricity Association). Energías Renovables publicará una entrevista de Crespo en la edición de mayo.