“Hemos querido mejorar los colectores solares térmicos para que, haciendo lo mínimo, la instalación funcione perfectamente”. Así explica Mónica López, jefa de Producto Solar de Viessmann, una de las motivaciones que han movida al fabricante alemán a desarrollar este innovador sistema. “Más seguridad, máximo rendimiento con el mínimo mantenimiento”.
El nuevo tratamiento selectivo del absorbedor para colectores planos Vitosol, fabricados por Viessmann, consta de varios niveles. Uno de estos niveles está formado por dióxido de vanadio, “un material inteligente de extraordinarias habilidades para cambiar de tamaño, forma e identidad física. Gracias al funcionamiento de capas conmutables, a partir de 75º C, la estructura cristalina del tratamiento del absorbedor realiza una transición estructural que provoca un aumento de la emisividad, limitando automáticamente la absorción de energía.
Cuando la temperatura del colector disminuye, la estructura cristalina recupera su posición inicial y la energía solar está de nuevo disponible en la instalación. El cambio de la estructura cristalina es reversible, es decir, en cuanto desciende la temperatura puede volver a absorber de nuevo toda la energía. Y está disponible ilimitadamente.
Solución para un problema grave
En verano, en un país como España, hay más recurso y menos demanda de calor. El exceso de energía no requerida durante períodos de falta de demanda por parte de la instalación y los fenómenos propios del sobrecalentamiento y la formación de vapor es uno de los mayores problemas para las instalaciones solares térmicas.
El líquido caloportador es una mezcla de agua y propilenglicol, un fluido orgánico cuyas moléculas se pueden llegar a descomponer por sobrecalentamientos repetidos. Cuando esto se produce es necesario limpiar el circuito y cambiar el líquido. El nuevo sistema evita este problema de una forma eficaz y segura, y sin necesidad de aerotermos ni vaciados de los circuitos.
Este proceso es inherente a las propiedades físicas del material inteligente del absorbedor y se produce, por tanto, totalmente independiente de la configuración y los ajustes del sistema. Una instalación solar con ThermProtect es completamente segura por sí misma y se caracteriza por una fiabilidad y durabilidad operativa superior a la de los sistemas solares convencionales. Cuando se alcanzan altas temperaturas en la instalación, el nuevo sistema permite cambiar la emisividad y captar menos radiación. “El aumento de emisividad es una forma de despreciar la energía que nos sobra en un momento determinado”.
Esta nueva tecnología se encuentra ya de serie en los colectores planos Vitosol 100-FM y Vitosol 200-FM. Y según Viessmann no va a afectar a los precios.
“Con ThermProtec, las instalaciones solares se protegen por sí mismas, no llegan a sobrecalentarse ni a formar vapor, aún en periodos de verano o ante la ausencia de demanda, lo que aumenta la vida útil de los componentes y reduce los costes de mantenimiento –explica Mónica López–. La protección se consigue de una forma inherente, independientemente de la configuración, sin aerotermos, sin vaciar los circuitos y sin dispositivos mecánicos adicionales. El ThermProtect nos permitirá también “dimensionar instalaciones más grandes, pensadas para aportar también a la calefacción, que hasta ahora nos daban miedo por los riesgos de sobrecalentamiento en verano”.
Viessmann, la innovación como aliado
El grupo Viessmann es uno de los líderes mundiales en la fabricación de sistemas industriales de calefacción y de refrigeración La facturación del grupo asciende a 2.200 millones de euros y cuenta con 11.600 empleados. Con 22 compañías de producción e instalaciones industriales en 11 países, actividad comercial en 74 países y 120 delegaciones en todo el mundo, Viessmann cuenta con una gran presencia internacional. El 56% de la facturación proviene de las actividades fuera de Alemania, su país de origen.