La climatización en los edificios representa prácticamente la mitad del consumo total de energía de la Unión Europea. Además, casi el 75% se genera a partir de combustibles fósiles, según datos de la Comisión Europea. Por ello, reducir este consumo e integrar las energías renovables en los procesos de refrigeración y calefacción de edificios es una de las prioridades actuales.
El grupo de investigación del Área de Máquinas Motores Térmicos de la Universidad de Córdoba ha realizado un estudio experimental que valida la eficacia de un sistema de calefacción que calienta el aire de los edificios a partir de radiación solar. El dispositivo emplea una serie de captadores térmicos que aspiran el calor que se genera en la chapa externa de la fachada al recibir la radiación solar. Posteriormente, y a partir de esta energía, precalientan el aire de la ventilación que se introduce en las estancias para acondicionarlas.
En realidad, este sistema se patentó hace varias décadas, pero no llegó a usarse más allá de en algunos edificios experimentales, según explica el primer autor del estudio, Fernando Peci. El equipo cordobés ha estado ahora ensayando el dispositivo en un módulo de 4x2 metros sometido a las condiciones normales de una vivienda. A lo largo de un mes, durante el invierno, el captador ha sido monitoreado bajo distintas condiciones climáticas: radiación solar y ángulo de incidencia, temperatura ambiente, viento, etc.
Según los resultados del trabajo, la demanda de calefacción necesaria para la ventilación del edificio estaría cubierta durante el 75% de los días considerados en el estudio, lo que demuestra que “esta tecnología podría ofrecer un gran rendimiento para calentar inmuebles a partir de energía solar”, especialmente en fachadas sin acristalar y orientadas al sur, que es la orientación del hemisferio norte en la que se recibe más luz natural durante el día.
Fernando Peci cree que este sistema de calefacción podría ser especialmente aconsejable en la rehabilitación de edificios antiguos, ya que su montaje no altera la fachada original. El colector solar se compone de una chapa metálica -cubierta de un material oscuro- y perforada, para poder conectar con los ventiladores y transmitir el calor al interior, por lo que la intervención sobre el edificio sería mínima.
El equipo investigador también plantea usar estos sistemas en viviendas sociales, “en las que los gastos de calefacción no son asumibles para buena parte las familias”. Así, el dispositivo no solo supondría un beneficio para el medioambiente, sino un importante ahorro económico.