La patronal europea de la solar térmica se felicita por la obligación aplicable a la nueva edificación y la rehabilitadación de edificios. Además, la propuesta de Directiva también contempla un sistema de certificación para los instaladores de sistemas de energías renovables, incluidos los solares.
“La carrera para cumplir con los objetivos ya ha comenzado”, afirma Gerhard Rabensteiner, presidente de Estif. “Los Estados Miembros deben de mejorar sus sistemas de apoyo de manera inmediata sin esperar la aprobación de la Directiva”, añade. Rabensteiner matiza que la solar térmica tiene la gran ventaja de contar con unos costos que figuran entre los más reducidos de todas las energías renovables.
La calefacción y la refrigeración son responsables de un 50% de la demanda energética europea, según Estif. Por eso, “mediante la integración de la energía solar térmica en los millones de sistemas de calefacción y refrigeración europeos, se podría ahorrar una enorme cantidad de energía”, según la organización. Así, “hasta 2020, los colectores solares podrían producir más de veinte millones de toneladas equivalentes de petróleo por año, y mucho más a más largo plazo”.
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