El efecto de la crisis inmobiliaria, conocido de muchos, ha quedado corroborado en el estudio denominado “Evaluación del potencial de la energía solar térmica y solar fotovoltaica derivado del cumplimiento del Código Técnico de la Edificación 2011–2020” del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) elaborado por la consultora Eclareon.
De acuerdo a los datos del informe la crisis inmobiliaria ha lastrado el impacto del Código Técnico de la Edificación (CTE) como generador de demanda de energía solar. Las dos principales exigencias del CTE son una contribución mínima de entre el 30 y el 70% en edificios de nueva construcción y rehabilitados para la producción de agua caliente sanitaria y climatización de piscinas mediante solar térmica, y una aportación de producción de electricidad a través de solar fotovoltaica.
Ni una ni otra se ha cumplido. Pero la situación es especialmente compleja para el sector térmico. Entre los años 2004 y 2008 se multiplicó por cinco, pero en los ejercicios siguientes se redujo un 30%, según los datos de la Asociación Solar de la Industria Térmica (ASIT).
Las previsiones de futuro tampoco son especialmente halagüeñas. El informe del IDAE calcula que la CTE generará una superficie real de 3,4 millones de m2 de instalaciones solares térmicas entre 2010 y 2020, principalmente en viviendas unifamiliares y multifamiliares. Se llega a esa conclusión basándose en la evolución de población en España prevista por el Instituto Nacional de Estadística, que se espera muy pobre. Las provincias con mayor número de habitantes como Madrid, Barcelona y Valencia serán las que generarán mayor mercado.
En cuanto a la energía solar fotovoltaica, se espera que el CTE genere 53 MWp entre 2010 y 2020 en instalaciones para hoteles, edificios administrativos y hospitales. Por ello, serán las zonas con mayor actividad turística las que más instalaciones fotovoltaicas generarán: Madrid, Barcelona, Baleares y Las Palmas de Gran Canaria.
La ley y la trampa
La crisis inmobiliaria no es el único problema. Las exenciones e incumplimientos del Código Técnico de la Edificación reducen un 25% el potencial del mercado solar térmico. Además, el potencial de generación también está amenazado por la falta de mantenimiento adecuado de las instalaciones, sobre todo en viviendas unifamiliares o multifamiliares, máxime si se trata de segundas residencias y por el desajuste entre la producción y el consumo. En 2020 solo se aprovechará el 70% de la energía producida por el parque solar térmico.
El estudio, explica David Pérez, socio de Eclareon, “concluye que, si bien el CTE es el principal motor de generación de demanda para el mercado solar térmico, serán volúmenes claramente insuficientes y con crecimientos pobres para sostener la industria nacional, si atendemos a las previsiones del borrador del nuevo PER (Plan de Energías Renovables)”.
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