El edificio de la Mancomunidad de la Ribera Alta está concebido como un espacio de 600 m2 distribuidos en tres plantas y cuyo uso será el propio de una oficina. Sobre la cubierta del edificio se instalarán 35 paneles solares térmicos que transformarán los rayos solares en calor que será transportado por un fluido caloportador hasta la sala de máquinas. En el tejado, además de estos captadores, su ubican otros elementos como una enfriadora auxiliar (aportará el frío que no sea capaz de proporcionar el sistema de energías renovables), la torre de refrigeración y los elementos del sistema hidráulico.
El transporte del fluido caloportador se realiza mediante tuberías aisladas que van desde la cubierta a la sala de máquinas, situada en el garaje del edificio. Es allí donde están situados los depósitos encargados de almacenar el agua fría y caliente; una caldera de biomasa (aportará calefacción en invierno) con una tolva capaz de almacenar 3 toneladas de pellets; la máquina de absorción, que aportará el aire acondicionado en verano, y es la encargada de transformar el agua caliente en fría; el sistema hidráulico, y un sistema electrónico de medida y control para la telemonitorización de toda la instalación.
En el verano se utiliza el agua caliente de la instalación solar térmica y se apoya, en caso de hacer falta con la caldera de pellets, para obtener con la máquina de absorción agua fría. Las necesidades de agua fría de la instalación se complementan con la enfriadora convencional. Y en invierno se usa la energía solar térmica apoyada con la caldera de pellets para la calefacción.
Este sistema de frío solar es una iniciativa de la Agencia Energética de la Ribera en colaboración con la empresa ISER Energías Renovables. Los cálculos realizados indican que la tecnología solar aportará el 35% de la energía necesaria para calefactar el edificio, el 65% restante será un aporte de la biomasa. Y en cuanto a la refrigeración, el aporte solar será del 25% y el de la enfriadora un 75%. De esta manera, además de reducir el coste energético del inmueble, se evitará la emisión a la atmósfera de 10 toneladas de CO2 al año.
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