La apertura de la jornada corrió a cargo de Iván Vaquero, Jefe de Unidad Técnica de la Fundación de la Energía, y del presidente de ASIT y Solplat, Vicente Abarca, quien destacó, entre otras cosas, que la demanda de calor industrial hasta 2030 aumentará cada año el 1,7%. "El consumo final de energía térmica en el sector industrial es mayor que el consumo de electricidad a nivel mundial. Sin embargo, se habla mucho más de la electricidad", señaló Abarca, que centró su intervención en las ventajas de esta tecnología, su rentabilidad y su potencial en aplicaciones para procesos industriales.
Según explicó el presidente de ASIT, a temperaturas bajas (inferiores a 150°C) es idónea para procesos industriales habituales en los sectores agroalimentario y de bebidas (como la pasteurización o la esterilización) en la industria del papel (secado, agua para la caldera) o el sector textil (blanqueamienot, teñido…). Cuando el calor requerido se sitúa entre los 150ºC y los 400ºC, resulta indicada para la destilación, fusión de nitratos, coloración o compresión. Y en temperaturas superiores, para procesos de transformación de materiales.
Este amplio abanico de posibilidades es desconocido, sin embargo, por la mayoría de los potenciales clientes en la industria. Para revertir esta situación, Abarca reclamó aumentar los esfuerzos de comunicación sobre el calor industrial, apoyar los modelos de financiamiento para reducir riesgos y costos iniciales a pymes e implementar medidas que la promocionen, como estipular una cuota de energías renovables en determinadas industrias.
En cuanto al periodo de recuperación de la inversión realizada, Abarca indicó que depende de diversos factores, como la zona geográfica, el consumo y el tamaño de la instalación. De media, ronda los 6 -7 años, periodo que se reduce a 4-5 años si se obtiene una ayuda del 30%. Pero "la tendencia del precio de la electricidad y del gas es al alza, por lo que los tiempos de recuperación de la inversión serán cada vez menores", concluyó el presidente de ASIT.
Marco normativo
En el webinar también intervinieron Carlos Montoya, Jefe del Departamento Solar de IDAE, quien explicó el PNIEC, el marco para el desarrollo de las energías renovables térmicas, la Guía Técnica de la Energía Solar Térmica elaborada conjuntamente entre IDAE y ASIT, y las nuevas líneas de Ayudas FEDER para renovables térmicas.
Siguió la jornada con la participación conjunta de Susana Rivera, de Cooperativas Agro-alimentarias de España, y Esperanza Tomás, de Bodegas Roda, quienes centraron su intervención en el proyecto europeo SHIP2FAIR sobre integración de la energía solar térmica en este sector. Este proyecto busca validar un conjunto de herramientas y métodos para el desarrollo de proyectos solares, que se están testando en cuatro industrias representativas de la agroalimentación: destilación de bebidas alcohólicas (Italia), cocción de jamón (Loste Tradi-France, Francia), refinado de azúcar (Grupo RAR, Portugal) y fermentación y estabilización del vino (Bodegas Roda, España).
Posteriormente intervino Kevin Mozas, director ejecutivo de SUNTI, quien mostró varios casos de éxito de la solar térmica en aplicaciones industriales, como los proyectos realizados por esta compañía en plantas de procesamiento de frutas y en queserías (en ambos casos en Francia). Juan José Rojo, director general de Sumersol, habló sobre el "modelo ESE" de venta de energía solar térmica, en la que el propietario no invierte. Por último, Óscar Mogro, R&D Manager Solar Competence Center de BDR Group, se refirió a la baja huella de carbono del ciclo de vida de esta tecnología, hasta 4,4 veces menor que la solar fotovoltaica, según señaló.
Todas las presentaciones de la jornada se pueden descargar aquí.