Los científicos, que pertenecen a CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation), explican que la "esponja" está hecho de un nuevo material inteligente – un metal orgánico conocido como MOF – que absorbe el dióxido de carbono, pero cuando se expone a la luz solar, lo libera instantáneamente. Este método de captura y liberación es extremadamente eficiente en el usdo de la energía y sólo necesita luz ultravioleta para desencadenar la liberación de CO2 después de que haya sido capturado en la mezcla de gases de escape (de una fábrica, por ejemplo).
Matthew Hill, galardonado con un Premio Eureka 2012 por sus investigaciones sobre MOF y al frente del grupo CSIRO, explica que "el proceso de captura y liberación se puede comparar a empapar de agua una esponja y luego escurrirla cuando la luz UV penetra en su estructura, gracias a la flexibiidad de este material”.
Actualmente, para capturar el CO2 se suelen utilizar líquidos absorbente, como aminas, que permiten eliminar gases de combustión en una central eléctrica a carbón y evitar su liberación a la atmósfera. Este CO2 luego se almacena y se puede volver a utilizar, pero el proceso puede consumir hasta el 30% de la capacidad de producción de la central. El material MOF es mucho más eficiente. Puede absorber un litro de gas por gramo de material, ya que toda la estructura participa en el proceso y, de acuerdo con los investigadores, liberar hasta el 64 por ciento del CO2 absorbido.