Los investigadores han denominado a esta nueva técnica de aprovechamiento de la energía solar "Sistema Solar Térmico Molecular" y afirman que es mucho más eficiente y longevo que cualquier sistema actual. Según informa la CNN, el líquido funciona como una batería recargable, pero en lugar de electricidad, la radiación solar se libera en forma de calor cuando se necesita.
El fluido es en realidad una molécula en forma líquida que los científicos de la Universidad Tecnológica de Chalmers llevan mejorando desde 2017. Esta molécula está compuesta de carbono, hidrógeno y nitrógeno, y cuando queda expuesta a la luz solar, hace algo inusual: los enlaces entre sus átomos se reorganizan y se convierte en una nueva versión energizada de sí misma, llamada isómero.
"La energía solar queda atrapada entre los fuertes enlaces químicos del isómero, y permanece allí incluso cuando la molécula se enfría a temperatura ambiente", explica el profesor Kasper Moth-Poulsen, que está al frente de la investigación. “Este sistema es muy robusto: puede soportar más de 140 ciclos de almacenamiento y liberación de energía con una degradación insignificante”, añade.
La energía en este isómero se puede almacenar hasta 18 años y seguir aportando calor a altas temperaturas pasado este teimpo, según Moth-Poulsen. De momento, el equipo investigador ha puesto a prueba un prototipo de este revolucionario sistema en el tejado de uno de los edificios de la universidad y los resultados obtenidos ya han llamado la atención de inversores internacionales, según el científico.
La energía solar almacenada de esta forma podría ser aprovechada en la climatización de las casas y en diferentes usos industriales, aportando calor a demanda. En este vídeo se puede ampliar información